Las siestas en plena jornada laboral elevan la productividad de los empleados. Eso se deduce de los estudios realizados en empresas donde se ha observado que un sueño breve favorece la concentración y el bienestar de las personas. Es hora de instalar una cabina de siesta en el backoffice de la oficina.
Los beneficios de dormir la siesta durante la jornada laboral son cada vez más incuestionables. El aprendizaje, la memoria, los tiempos de reacción, la comunicación y las habilidades motoras se potencian significativamente tras una breve siesta al mediodía. Estos efectos son mayores si la siesta es de 30 o 40 minutos y se alcanzan fases profundas del sueño. No obstante, se ha observado que incluso sueños muy cortos, de 7 a 10 minutos, mejoran sustancialmente el nivel de alerta durante el resto de la jornada.
Las siestas son más útiles para quienes realizan tareas cognitivamente exigentes
La práctica habitual de una breve siesta entre determinados colectivos profesionales evidencia que aumenta el rendimiento de médicos, enfermeras, pilotos, controladores de tráfico aéreo y conductores profesionales. En algunos casos, es una obligación.
Independientemente de la duración de la siesta, su impacto beneficioso sobre la función cognitiva se traduce en ganancias de productividad. Además, los beneficios de esta práctica se extienden más allá y ayudan a reducir el riesgo y la frecuencia de las bajas por enfermedad, así como a disminuir los niveles de cortisol y la inflamación.
Fundación Nacional del Sueño
«El sueño actúa como un ama de llaves del cerebro, que ayuda a eliminar los desechos metabólicos y las toxinas que acumula», explica la doctora Natalie Dautovich, de la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos.
Según revela la experta Mariela León en Diario16, dos economistas del Massachusetts Institute of Technology (MIT) analizaron los resultados de varios trabajadores que realizaron siestas en un tiempo definido. Descubrieron que, después de tres semanas de siesta diaria de 30 minutos, los empleados eran un 2,3 % más productivos. Y, según los datos recopilados sobre su bienestar, parecían verse afectados positivamente por la siesta en términos de felicidad y satisfacción con su trabajo. “Estos hallazgos sirven como prueba de concepto de que el sueño puede afectar resultados económicos importantes con relativa rapidez”, afirman los investigadores.
CONSEJOS PARA DORMIR UNA SIESTA EN LA OFICINA
- Es imprescindible tener permiso de los superiores.
- Dormir después del almuerzo, generalmente entre las 2 y las 4 pm.
- Encontrar un lugar tranquilo y aislado.
- Limita la siesta a menos de 20 minutos para evitar caer en un sueño más profundo.
- Utilizar otros 10 minutos para recuperarse.
- Si necesitamos más tiempo, hay que acomodar horarios para un ciclo completo de 90 minutos.
Texto Marco Brioni
Fotografía Archivo Do
