Cal Newport es profesor de informática en el MIT de la Universidad de Georgetown. En sus libros estudia las intersecciones de la tecnología, el trabajo y la búsqueda de profundidad en un mundo cada vez más distraído. Deep Work. Rules for Focused Success in a Distracted World (Grand Central, 2016) Céntrate. Las cuatro reglas para el éxito en la era de la distracción (Península, 2022) es su obra más conocida.
El llamado Deep Work es la capacidad de concentrarse sin distracciones en una tarea cognitivamente exigente. En un mundo altamente competitivo que, además, incentiva la hiperconexión y la multitarea, la atención se ha convertido en un activo extremadamente valioso.
Trabajar a fondo es necesario
Trabajar a fondo es necesario para extraer hasta la última gota de valor de nuestra capacidad intelectual. Tras décadas de investigaciones en los campos de la psicología y la neurociencia, sabemos que el estado de esfuerzo mental que significa trabajar a fondo es necesario para mejorar nuestras aptitudes.
Se sabe bien por qué los trabajadores del conocimiento están perdiendo su capacidad para el deep work. El abuso de las herramientas de la Red, a través de los teléfonos inteligentes, y las redes informáticas, fragmentan la atención de las personas.
Demasiados correos electrónicos
En este escenario, es muy difícil llevar a cabo un trabajo profundo, ya que requiere de largos períodos de actividad intelectual ininterrumpida. Los trabajadores del conocimiento se quedan en la alternativa superficial, enviando y recibiendo constantemente mensajes de correo electrónico, como routers humanos, con interrupciones frecuentes que propician la distracción.
Trabajar en profundidad es desempeñar actividades profesionales en un estado de concentración sin distracciones, de tal manera que las capacidades cognitivas llegan a su límite máximo. La aptitud para llevar a cabo este tipo de trabajo es cada vez más escasa y, al mismo tiempo, más valiosa en nuestra economía. Como resultado, triunfarán quienes cultiven esta aptitud y hagan de ella el pilar de su vida laboral.
Claves del deepwork
No existe un único ritual correcto de trabajo profundo: a cada persona y a cada tipo de proyecto le sirve algo diferente. Sin embargo, podemos mencionar algunos puntos generales clave en relación con un ritual eficaz:
-Dónde trabajar y durante cuánto tiempo.
-Cómo trabajar una vez que comiences.
-Cómo apoyar el trabajo.
Los puntos que acabamos de mencionar te ayudarán a moldear tu ritual para el trabajo profundo. Sin embargo, ten presente que encontrar un ritual que se ajuste a tus necesidades puede requerir un poco de experimentación: trabaja en ello. Cuando hayas encontrado el sistema que te satisface, verás que su impacto es significativo.
Capacidad para concentrarnos
Comprometerse con el trabajo profundo no implica una postura moral ni es una declaración filosófica. Es, eso sí, un reconocimiento pragmático de que la capacidad para concentrarnos es una destreza que permite hacer cosas valiosas. En otras palabras, el trabajo profundo es importante, no porque la distracción sea mala, sino porque le permitió a Bill Gates crear una industria de mil millones de dólares en menos de un semestre.
Esta es una lección que he repasado una y otra vez en mi carrera profesional. Desde hace más de una década practico con devoción la profundidad, pero todavía hoy me sorprende su poder.
Introducir limitaciones adicionales
Llevé a cabo este entrenamiento durante mis dos últimos años en el MIT, en los que hice una investigación posdoctoral y busqué trabajo como profesor universitario. Mi táctica principal consistió en a mi programación, para crear una situación similar a la que viviría como profesor. Además de respetar mi regla de no trabajar de noche, comencé a hacer pausas más largas al mediodía, para poder correr y almorzar en mi casa
La capacidad para desarrollar ideas
Para compensar esos nuevos límites, refiné mi capacidad para trabajar profundamente. Entre otros métodos, empecé a delimitar con más precisión los bloques de tiempo que dedicaría al trabajo profundo y a preservarlos de cualquier interrupción. Desarrollé, asimismo, la capacidad para desarrollar ideas durante las muchas horas que pasaba haciendo footing o caminando (una ganancia para mi productividad), y busqué obsesivamente lugares desconectados que me permitieran concentrarme.
Una máquina del trabajo profundo
Aquel año me fui convirtiendo poco a poco en una máquina del trabajo profundo, y el resultado de esta transformación me tomó por sorpresa. Durante ese año en que escribí un libro y mi hijo entró en la temible edad de los dos años, logré duplicar mi productividad académica promedio, pues publiqué nueve artículos revisados por pares, al mismo tiempo que respeté mi prohibición de trabajar por las noches.
Las cuatro reglas para el éxito en la era de la distracción
Cal Newport