Técnicamente, el ruido rosa es un sonido que decae a medida que aumenta la frecuencia de la señal. Un ejemplo de ruido rosa es el sonido de la lluvia que previamente se ha pasado por un filtro para quitarle de manera gradual las altas frecuencias.

La naturaleza proporciona bases rosa, como las olas rompiendo en la playa, las hojas crujiendo en los árboles o una lluvia constante.

Desde hace unos años, se utiliza ruido rosa en espacios de trabajo para enmascarar conversaciones o llamadas telefónicas, que son ruidos de baja frecuencia. El objetivo es crear un sonido orgánico suave y relajante en todas las frecuencias que crea una niebla sonora donde se pierde el runrún molesto de fondo. Algunos expertos aseguran que este tipo de sonidos mejoran la concentración y ayudan a conciliar el sueño. En Internet se encuentran muchas pistas de ruido rosa.

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Foto: Soho Beijing

El ABC de la acústica

Absorción, bloqueo y cobertura. El ABC de la acústica en el espacio de trabajo propone tres pasos para gestionar de forma eficiente el sonido que circula en un entorno laboral. No se trata solo de controlar la fuente, sino la forma en que los sonidos reverberan y se mueven dentro de un espacio determinado.

El ruido mal gestionado reduce el bienestar de los empleados y puede tener un impacto significativo en los resultados de una empresa. La compañía Knoll ha publicado un informe titulado ‘Noise at work’ en el cual se afirma que “el 75% de los trabajadores consideran que el control del nivel de ruido es una cualidad importante de su lugar de trabajo”.

En la economía del conocimiento, los recursos humanos son el activo más caro. Crear un ambiente que fomente la colaboración, apoye la productividad y mejore la satisfacción es una inversión decisiva. Una parte de ese espacio de trabajo, probablemente, es de planta abierta lo que presenta problemas potenciales de ruido.

IVY STUDIO INC. - Alex Lesage
Ivy Studio. Foto: Alex Lesage

A menos que se gestione adecuadamente, el ruido que se genera en una oficina puede convertirse en una distracción no deseada o un malestar difuso. Para evitarlo, conviene implementar una combinación inteligente de soluciones: los tres elementos de una estrategia acústica ABC (absorber, bloquear y cubrir) personalizada. Reducir la inteligibilidad del habla, no necesariamente eliminarla, es el objetivo principal para crear un nivel de sonido cómodo.

1. Minimizar el ruido mediante fonoabsorción.

Integrar en el equipamiento materiales con propiedades de absorción acústica como cortinas, paneles, biombos, deflectores de techo, mobiliario, superficies textiles y otros, puede generar grandes dividendos en la reducción de los niveles de ruido.

2. Aplicar una planificación estratégica del lugar de trabajo.

Por ejemplo, separar a los empleados que trabajan con fuerte interacción telefónica de las áreas de concentración. Reducir los grandes colectivos a grupos más pequeños o crear estancias preparadas para el silencio son otras formas de bloquear el sonido.

3. Cubrir el ruido con equipos de generación de ruido rosa.

El sonido se puede atenuar con un ruido ambiental continuo y de bajo nivel que reduce la inteligibilidad de las conversaciones vecinas hasta en dos tercios y, por lo tanto, las hace más fáciles de ignorar.

“La acústica influye en la capacidad del espacio de trabajo para convertirse en un ambiente productivo, pero el mejor diseño será un fracaso si no se acompaña de la acústica correcta”. Son declaraciones de Steve Johnson, fundador de la firma norteamericana ADI Workplace Acoustics, especializada en gestión de sonido en oficinas.

El mobiliario cuidadosamente seleccionado, una ubicación estratégica de grupos y actividades y un sistema de enmascaramiento de sonido de calidad constituyen las precauciones básicas para crear un entorno productivo y cómodo.

Knoll Showroom Los Angeles: Los Angeles, CA, Architect: Architecture Research Office (ARO)
Imagen: Knoll Internacional