Estamos en 1980 y los conceptos de paridad, igualdad de género o inclusión en el trabajo suenan a tagalo. De hecho, ni siquiera se han formulado en serio en el mundo occidental. No digamos el Me Too que podía sonar a lista de actividades de resort vacacional. Pero ellas quieren eliminar al jefe.
En este contexto despreocupadamente machista, la peleona actriz Jane Fonda convence a una humorista de cafetería y a una cantante de country (además de a unos cuantos directivos cachondos de la 20th Century Fox) de hacer una comedia que denuncie los abusos que se cometen a diario en el mundo empresarial con las sufridas secretarias. Un Mad Men antes de hora, vaya.
Las trastadas infantiles ocultan un fondo feminista
Como la cosa suena a denuncia feminista y nadie cree que este temita levante pasiones en las carteleras, los responsables deciden que la película debe tener un tono de humor muy acentuado. Por ello, contratan a un afamado escritor de comedia que les hace un dos por uno: escribe y dirige la cinta. El voluntarioso Colin Higgins perpetra una historia atropellada y bobalicona y le suena la flauta por casualidad: “Cómo eliminar a su jefe”.
Misógino, machista y abusón
Bombazo en taquilla, secuelas, series de televisión, musicales… gran éxito de la historia más tonta jamás contada. Franklin Hart, gerente de Consolidated Companies, es un misógino, machista y abusón de manual. Sus tres secretarias, Judy, Violet y Doralee fantasean con machacarlo de diferentes formas, pero sus deseos se hacen realidad por casualidad y una serie de circunstancias descacharrantes que acaban con el jefazo amordazado en casa de una de ellas. Tras un montón de secuencias que van de la risa a la vergüenza ajena, las tres mujeres imponen sus precursores criterios femeninos, cambian algunas cosas y se hacen con las riendas de la empresa ante la alegría del ejército de mujeres que trabaja allí. Mientras tanto, al CEO caído en desgracia lo envían a una sucursal de Brasil donde lo acaba secuestrando una tribu de amazonas.
Trasfondo feminista
A pesar del tono de comedia desatada, el trasfondo feminista respira levemente detrás de los tejemanejes de las tres secretarias y la carga ideológica debió hacer pupita en su momento. O por lo menos preparó el terreno para posteriores cargas de profundidad. En cualquier caso, la película es un excelente documento sobre el panorama físico y mental de la oficina de los 80.
OPEN HORROR SPACE
Cómo eliminar a su jefe se aguanta por el trabajo de tres actrices en estado de gracia –Jane Fonda, Lily Tomlin y Dolly Parton– con sus pelucas y su ropa desfasada y el increíble trabajo del gran Dabney Coleman que borda el papel de tirano ridículo. Como curiosidad cabe decir que la historia está rodada en Los Ángeles, aunque simula ser San Fracisco y la compañía tiene la central en Chicago. Da igual. La oficina open space donde trabajan las mujeres de Consolidated es una pesadilla ambiental atestada de ruido, papeles y amargura. Melamina para las secretarias, madera de caoba para el jefe. Así eran las cosas en 1980.
- Texto: Marcel Benedito
- Fotografías cortesía 20th Century Studios
