El edificio de oficinas, ubicado en Sant Cugat del Vallès diseñado por BailoRull Arquitectura junto con la promotora Marcove y con el asesoramiento de la gestora de proyectos H.A.U.S. Healthy Buildings, se ha convertido en un referente de la arquitectura comprometida con la salud y la sostenibilidad. Empresas como Pasta Gallo, Quadis o Ecuphar ya se han instalado en el nuevo hub sostenible

El proyecto se plantea desde un inicio proponiendo a la propiedad y al ayuntamiento, la necesidad de revisar las condiciones urbanas teniendo en cuenta la evolución urbana que ha sufrido el emplazamiento. El solar, donde si sitúan las oficinas, ha pasado de ser un antiguo polígono industrial a las afueras de Sant Cugat, a ser hoy, uno de los accesos más importantes de la ciudad.

El proyecto arquitectónico

La propuesta de modificación ha consistido en cambiar la volumetría original de nave industrial de 3 plantas ocupando todo el solar, a un nuevo edificio en altura de 9 plantas. La modificación puntual propone elcambio de una edificación baja y compacta a una nueva volumetría más compleja. Una nueva volumetría formada por diferentes edificios alineados y retirados de la fachada a la calle en planta baja presididos por un volumen alto escalonado que organiza, por su presencia, el entorno a escala urbana.

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La modificación permite, sin aumentar edificabilidad, definir un nuevo acceso a la ciudad, reconociendo y revelando una nueva área de centralidad latente originalmente en el emplazamiento. Una nueva volumetría porosa y catalizadora del contexto. Se trata de un edificio de 15.411 m2 distribuidos en 3.870 m2 de espacio para oficinas,

Estructura

El proyecto del edificio de oficinas Slow, se define fundamentalmente desde el diseño de su estructura. La volumetría escalonada del proyecto, se construye gracias a una estructura metálica que permite al nuevo volumen encarar y mirar la rotonda de acceso a la ciudad. Dos pilares situados en los extremos del edificio, se ramifican en altura en vigas inclinadas, hasta formar, tridimensionalmente, la cercha de la fachada principal del proyecto. Una estructura tridimensional formada por el desarrollo de un pilar en cercha definida por simples elementos lineales metálicos, determinan el volumen y anclan al edificio en el lugar.

Climatización

Las fachadas testeras Este y Oeste toman de acabado un material del contexto industrial donde se sitúa el edificio. Estas fachadas se resuelven con una solución simple de fachada ventilada con acabado metálico quedotan al proyecto de una imagen de construcción industrial. El número y tipo de aberturas de los testeros se fijan para controlar la reflexión en la fachada Este y el exceso de asoleamiento en la fachada Oeste. El acabado deplancha metálica industrial perforada permite controlar la radiación solar.

En la orientación a Sur, la fachada se resuelve con una protección solar con planchas depluye. Este filtro solar define un cojín espacio climático que ayuda a mejorar el comportamiento térmico del edificio y controlar el gasto energético durante su uso. Un espacio de transición entre el interior y el exterior de las oficinas, un lugar habitable de control térmico. Esta fachada a Sur dispone también de algunos paneles practicables para mejorarel confort visual interior de las oficinas. Respecto la fachada Norte el proyecto se define con un muro cortina de vidrio.

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Nueva volumetría

La orientación a Norte garantiza una luz uniforme sin reflejos, óptima para trabajar. Una fachada de cristal sin protección solar abierta a las vistas y a la terraza ajardinada. El muro cortina de esta fachada Norte, se ha construido con una estructura de montantes de madera que mejora el confort del espacio interno de las oficinas.

La nueva volumetría propuesta de un edificio alto y estrecho ha permitido la formación de unas plantas de oficinas con mucha superficie de fachada. Espacios interiores con vistas controlados y regulados térmicamente desde la solución específica para cada una de sus fachadas. Todos los usuarios podrán disponer, en todos los casos, de muy buenas vistas y, muy posiblemente dependiendo de la distribución interior final de las oficinas, de tres o cuatro orientaciones solares.

Cubierta ajardinada y salud

La nueva volumetría permite la construcción de una gran terraza ajardinada sobre el volumen comercial de la planta primera. Un espacio verde para los usuarios de las oficinas que les permite disponer de un lugar de trabajo y relación al exterior. Una cubierta moderna. Una quinta fachada del edificio. Nos gusta imaginar a los ocupantes del edificio Slow haciendo sus ejercicios de gimnasia matinales, teniendo reuniones de trabajo y celebrando fiestas de aniversario en la cubierta ajardinada

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El edificio cuenta con tres certificaciones que constatan el esfuerzo realizado en tres de los ejes que lo vertebran. Certificación DGNB, que determina el grado de sostenibilidad del edificio y algunos elementos del capítulo de salud. La certificación energética A, que mide la demanda energética del edificio, obteniendo la consideración de edificio nZEB, (edificio de consumo casi nulo).

El edificio se convierte así en una referencia de la nueva arquitectura

El proyecto desde el principio viene condicionado por el objetivo de actuar y trabajar sobre la demanda energética. Definimos demanda como la necesidad de energía que tendrá el edificio para garantizar las condiciones de confort deseadas) y llevarla a los niveles más bajos posibles.

En segundo lugar, lograr ese confort térmico y lumínico con equipos y sistemas de alta eficiencia. Y finalmente tratar de nutrir estos equipos con el mayor porcentaje de energía de origen no fósil, o energías renovables.

La materialidad que compone el Slow ha tratado de maximizar tres criterios. La minimización del análisis del ciclo de vida de todos los materiales incorporados, y eso se mide en metros cúbicos de CO2 emitidos buscando que sean los menos posibles a lo largo de toda la vida del edificio. Iniciando el cálculo desde el mismo momento en que se inicia la extracción y transformación de materiales incorporados. La segunda es la minimización del análisis del coste del ciclo de vida. Es un ejercicio similar pero que en lugar de emisiones de CO2 mide costes derivados de la construcción y del posterior uso del edificio, consumos de energía y recursos, así como el mantenimiento de este. Por último, el tercer criterio, el que hace mención a la salud, a la no incorporación de toxicidad de ningún tipo ni la de elementos o factores que puedan ser generadores de disconfort.