La editorial Gustavo Gili encargó al estudio de Stefano Colli intervenir en sus nuevas oficinas ubicadas en un piso de la Vía Laietana. El problema radicaba en que dichas oficinas, a pesar de estar completamente equipadas para su uso, carecían de identidad. A la editorial le preocupaba perder el estilo propio que tenía su sede anterior.

La intervención de Stefano Colli consistió en dar al espacio un carácter tranquilo y confortable a la vez que distintivo, pintando toda la estancia de un mismo color: azul marino oscuro, un tono muy particular capaz de atenuar la gran luminosidad natural.

Diseño adaptado
En cuanto al mobiliario, optaron por el diseño de un sistema capaz de adaptarse a las necesidades específicas de cada puesto de trabajo. Las mesas de contrachapado con sobres revestidos de linóleum, se equiparon con estantes, archivadores, conexión a red y luz regulable. Además, las estanterías, diseñadas a medida, se realizaron desde el estudio de Stefano Colli con una estructura de varilla de hierro y estantes de perfil armado de vidrio Uglass, o del mismo contrachapado en el caso del ropero de la entrada.

Muebles restaurados
Por último, el estudio de Stefano Colli recupera y restaura algunos de los elementos de la casa, como butacas para las salas de reuniones, unas viejas librerías cerradas de castaño, algunas mesas y sillas nobles de la empresa Thonet. Con ello asegura la pervivencia de la atmósfera tradicional de la empresa actualizada y adaptada a las nuevas necesidades de un espacio de trabajo.
Proyecto: Stefano Colli. Fotografías: Nil Calvarons



