El estudio Ruiz-Velázquez realiza en el corazón neurálgico y social de la capital, un espacio oasis, nueva sede y oficinas de la compañía Estinvest. Para este proyecto y tras un análisis exhaustivo y holístico de las posibilidades de la planta han diseñado unas oficinas innovadoras, con un enfoque dinámico de habitabilidad.
A partir de una concepción unitaria del espacio y de la diferenciación de cada una de sus partes. La nueva arquitectura dual que permite la convivencia y la individualidad al mismo tiempo desde un concepto de conexión. Una dinámica enfocada al uso, función y circulación requerida en el espacio.
Las líneas constructivas
La sensación que emana todas las instalaciones es de unidad corporativa con el elemento conector del material y de las líneas constructivas. Sin embargo, en el mismo concepto unitario, se aúna la dualidad de las funciones que cada una de las estancias organizativamente requieren para las diferentes actividades del grupo. Ruiz-Velázquez incluye un área de alquiler de espacios, espacios individuales de trabajo, salas de conversación y proyección.
El material pétreo, centro conector del proyecto, y de la historia de la familia que dirige esta compañía, se utiliza como envolvente, con un doble efecto. Crea una escenografía natural inesperada, y a la vez aísla formalmente de un entorno urbano característico estéticamente del caos de sus calles, lo que permite al entrar en las oficinas experimentar nuevas sensaciones de bienestar y de acogida.
Piedra blanca de gran pureza
La distribución circunvala la zona de los ascensores de forma inclusiva, en el inicio del circuito se enclava en el hall o zona de bienvenida y termina en la zona de aseos públicos. Sorprendiendo a cada paso al visitante con expectativas escenográficas que toman como hilo conductor el modelo Neolith Mont Blanc Silk.
Desde punta a fin zigazean líneas conectadas distribuyendo cada una de las áreas dibujadas en la planta de forma estratégica.
En los volúmenes resultantes del trazado de la planta, Ruiz-Velázquez excava en piedra y con efectos lumínicos, diferentes elementos constructivos formales que aportan tridimensionalidad en techos, paredes y suelos. Juegos ópticos con reflejos, salientes y espejos, que culminan en el interior, con un imaginario patio de luces protagonizado por un olivo. Honrar los dones y belleza de los materiales que nos ofrece el planeta, y aprender a convivir con ellos. Toda una metáfora que nos conecta con la espiritualidad de la naturaleza y de la materia.
Superficies pétreas prolongadas
Las oficinas, en contexto y en relación con el uso, se han transformado en un espacio moderno que conserva la naturalidad espacial propia del estudio de arquitectura y diseño, y resuelve al detalle temas acústicos, de privacidad y de luz, con un diseño formal de superficies pétreas prolongadas, que busca en todo momento la practicidad con una base distributiva y estructural de todas las estancias y con una cuidadosa planificación de la circulación.
El detalle del mobiliario altamente resolutivo se ha desarrollado juntamente con la marca Ofitres del grupo Alvic, con particularidades como la material piel camel de las sillas de la marca Mobliberica logran un efecto de minimalismo cálido. Además, el estudio ha dispuesto con extrema exigencia la operatividad de los elementos de los muebles, procurando alcanzar una especial resolución estético- tecnología integrada en todo momento en el diseño. Las mesas de Ofitres electrificadas permiten además mantener el espacio libre de cables, paneles led, pantallas de videoconferencia actividades propias de la vida diaria y del espacio de trabajo. Cada pormenor responde a una optimización total conceptual y funcional propia de los proyectos del estudio.
Otras marcas como Simon, Geberit y Vitra son marcas protagonistas de todas las soluciones y practicidades resueltas en este proyecto.