Una espiral de hormigón y una pared de estantes llena de cerámica definen la sede conjunta de E-goi y Clavel’s Kitchen, proyectada por Paulo Merlini Architects en la localidad de Matosinhos, al norte de Portugal. El edificio de tres pisos alberga un proveedor de marketing por correo electrónico y una compañía que crea contenido digital para marcas del sector alimentario.
Los clientes eran propietarios del almacén adyacente al área de intervención donde se encuentran las empresas, pero con su crecimiento exponencial la necesidad de aumentar el espacio físico se volvió acuciante.
El reto principal de esta intervención es la interconexión de los dos almacenes para unir el espacio original y el nuevo de la forma más fluida y natural posible. De paso, se crean dinámicas entre las dos compañías que, aunque trabajan en diferentes sectores, aprovechan ciertas sinergias.
Cultura corporativa
En este caso, tanto E-goi como Clavel’s Kitchen presentan una gestión informal, aunque extremadamente profesional, y requerían un espacio fluido, igualitario, heterogéneo y sin pretensiones, en línea con estos valores.
En cuanto a funcionalidades, la nueva sede debe garantizar flexibilidad espacial para responder al crecimiento orgánico de la empresa. Además de incluir un nuevo estudio de fotografía, varias salas de reuniones formales e informales, cabinas de videollamadas y un comedor capaz de albergar a cien personas.
Cajas de madera
Con el fin de lograr todas las funcionalidades previstas, el estudio de Paulo Merlini diseña una serie de cajas de madera donde se integran todos los espacios cerrados, salas de reuniones, baños y cabinas de audiovisuales.
La distribución de estas cajas a lo largo del edificio define la dinámica espacial. Situando las funciones de forma heterogénea en todo el entorno y desajustando estos elementos en una especie de caos organizado, se garantiza la versatilidad de uso. También se crean una serie de recovecos que permiten varios tipos de apropiación, asignando a cada uno de ellos una personalidad distinta.
Mucha luz natural
La forma de la fachada está definida por las restricciones legales y, por ello, la piel se diseña completamente acristalada. Adyacente a la fachada, se ubican el estudio fotográfico en el segundo piso y el restaurante en el tercero. De esta forma, se logra una fuerte relación visual con la avenida principal, atribuyendo un efecto escénico al día a día de la empresa.
Con el fin de garantizar una relación fluida y natural entre pisos, los arquitectos proponen una pasarela de hormigón en forma de espiral con un fuerte carácter escultórico. Esta pasarela interconecta los tres niveles y enriquece el espacio con su presencia. En la parte superior, un lucernario ilumina los tres pisos y deja al descubierto la estructura de barras recíprocas que soportan la rampa propuesta por el ingeniero.
El estudio fotográfico aprovecha la luz del norte
La mejor para el tipo de función que precisa ya que, reflejada por el cielo, ofrece una iluminación de bajo contraste, constante durante el día. En el alzado trasero, hacia el oeste, se abren una serie de vidrieras que refuerzan la presencia de luz natural durante todo el día.
Paulo Merlini Architects propone unas minimalistas salas blancas, cubos de madera gigantes y mucha luz natural para la nueva sede de 2800 m². Espacios amplios donde la interacción entre compañeros de trabajo se da con naturalidad. Espacios más discretos donde leer un libro, relajarse o incluso tener una reunión informal.
Ficha Técnica:
- Egoi+Clavel´s Kitchen
- Arquitectura: Paulo Merlini Architects.
- Equipo de diseño: Paulo Merlini, André Santos Silva.
- Fotografía Ivo Tavares