Melinda Delst recrea en Amsterdam unas oficinas radicalmente comprometidas con la sostenibilidad para una empresa de smartphones que prioriza la actitud eco-responsable. Para ello reutiliza los materiales encontrados en el viejo almacén y compone los espacios de trabajo con mobiliario de segunda mano, aportando un plus de estética nórdica.
Fairphone es un fabricante de teléfonos inteligentes que prioriza los valores sociales y sostenibles. Situada en Amsterdam, la empresa se mudó recientemente a un antiguo almacén construido en 1884, con una gran vista sobre el río IJ y la ciudad.
Materiales reutilizados
El briefing para la nueva sede de la compañía formulaba una oficina abierta y transparente haciendo hincapié en el uso de materiales reutilizados y respetuosos con el medio ambiente. Con un plazo de dos meses y medio, el reto consistía en traducir el documento de forma creativa con materiales reutilizados, en un corto espacio de tiempo y con un presupuesto limitado.
El diseño de Melinda Delst Interior Design, en colaboración con el estudio Yvonne Modderman, expresa los valores sociales y sostenibles de la empresa. La mayoría de las características estructurales originales del almacén donde se instalaba la compañía se mantuvieron intactas. Esto originó una distribución lógica de los espacios de trabajo alrededor de la ventana que proporciona luz diurna y vistas a la ciudad. Las zonas de reuniones informales y las salas de reuniones cerradas están centralizadas en la planta, con una amplia zona de cocina-bar cerca de la entrada de la oficina.
Rubberwood en las paredes
Materiales naturales, como madera y acero, definen esta oficina de planta abierta. Los espacios cerrados para reuniones y las cabinas de video-conferencia se construyen reutilizando los marcos de ventanas existentes de los inquilinos anteriores. Una vez saneados y repintados, estos marcos definieron las medidas y el diseño de las salas de reunión. Las paredes están revestidas con, un producto de desecho de la industria del caucho, procedente de los árboles de Pará que crecen en las plantaciones de caucho. El acero crudo se yuxtapone a los marcos de madera para crear un contraste en el almacén. Las vigas y paredes existentes permiten contemplar intacta la historia y el contexto del edificio.
Los muebles e iluminación reutilizados, que proceden de eBay o de tiendas de segunda mano, crean pequeñas «salas de estar» para espacios de reuniones informales. Plantas y lámparas vintage cuelgan del techo de madera y de las vigas para crear jardines colgantes.
Reutilización versus nueva producción
Según sus responsables, «Fairphone es una empresa social que trabaja para crear una economía más justa y cambiar la forma en que se hacen las cosas. Abrimos las cadenas de suministro, resolvemos problemas y usamos la transparencia para iniciar un debate sobre lo que es realmente justo. El éxito se deriva del proceso dinámico y creativo del equipo de diseño, además de cuestionar continuamente las opciones que tomamos al referirnos a los valores de Fairphone. Nuestro valor fundamental para todos los materiales ha sido la discusión del costo de reutilización versus la nueva producción. Algo en que la industria de la construcción necesita pensar más en el clima actual”.
Reciclaje activo
Lo más interesante sobre el proyecto Fairphone es el radical objetivo de reciclaje de los elementos, materiales y equipos utilizados para estas oficinas de Amsterdam. Muebles, alfombras e iluminación provienen de locales dedicados a segunda mano. Los espacios para reuniones cerrados y las cabinas individuales se construyen reutilizando los marcos de ventanas existentes de los inquilinos anteriores.
La cocina está diseñada por Melinda Delst y construida por un carpintero. Los azulejos de la cocina provienen de una marca holandesa llamada Mosa y cuentan con la certificación Cradle to Cradle. La madera en torno a los espacios de reunión es de rubberwood, un producto de desecho de la industria del caucho.
Ficha técnica
Oficina central de Fairphone. Jollemanhof 17, 1019 GW. Amsterdam, Holanda. Proyecto: Melinda Delst Interior Design. Studio Yvonne Modderman. Gestión del proyecto: Marcoon
FOTOGRAFÍA JAMES STOKES. TEXTO ALEX CIENFUEGOS