La reforma de la sede central de Vall Banc en Andorra, realizada por los estudios Ginjaume Arquitectura i Paisatge y Llamazares Pomés Arquitectura, representa la nueva mirada del banco hacia la sociedad actual. La elección de materiales muy esenciales y el concepto de transparencia simbolizan los valores de la entidad.
La renovación de la sede central de Vall Banc es un proyecto ambicioso que pretende definir la nueva imagen de esta entidad financiera de última generación. Por eso, se ha trabajado para definir una marca reconocible y para que el diseño y la luminosidad de los nuevos espacios represente los valores del banco.
El poder de la madera
Se hace extensivo el uso del vidrio que favorece la luminosidad, los colores blancos en la búsqueda de la claridad y, finalmente, la utilización puntual y estratégica de la madera como material tecnológico y renovable. Esta madera, en combinación con los anteriores, se asocia a la sostenibilidad, la proximidad y la modernidad, pero también a la tradición.
Un diseño innovador
A nivel funcional, la propuesta de Llamazares Pomés busca, en primer lugar, conseguir más fluidez entre los tres edificios que conforman la sede central de la entidad. Por otro lado, se ha estudiado una nueva organización que optimice las relaciones entre espacios, aportando más comodidad al cliente.
Desde el inicio, el proceso de diseño en sí mismo ha sido innovador. El concepto del proyecto se ha ido definiendo en diferentes workshops que han fomentado al máximo la creatividad, con la participación conjunta de los directivos, trabajadores y clientes de la entidad junto al equipo de arquitectos. De manera que, en este proceso transversal, se definen los valores que debe transmitir la nueva imagen del banco. Obteniendo como resultado las líneas madre de la actuación, así como su materialización.
Reforma de fachada
En estas sesiones de trabajo conjuntas, se reflexiona desde el ámbito general hasta el detalle concreto. Como ejemplo, partiendo de unos requerimientos base para los espacios interiores, se decide actuar también en la imagen exterior que es la que proyecta, en primer lugar, la nueva perspectiva conceptual de la entidad a los clientes.
La reforma de la fachada es la primera fase de la propuesta, la imagen que proyecta Vall Banc en el exterior. Teniendo en cuenta la posición estratégica del edificio, se busca darle visibilidad con una imagen propia. Un volumen nítido de madera se sobrepone a la fachada existente. De manera que se alinea con la calle y se absorbe la ondulación que caracterizaba al edificio original. La proximidad y modernidad, pero también la tradición, quedan patentes en el uso de materiales cálidos, renovables y tecnológicos como la madera laminada.
Atención al público
El acceso desde la Avenida Carlemany pasa a ser la nueva entrada a la sede del banco y se muestra en la calle como un gran espacio transparente. Una vez en el interior, los elementos que dan carácter al espacio son un continuo de lamas de madera. Como recuerdo de la materialidad de la fachada, y una impresionante mampara de cristales extruidos que acompaña al cliente hasta el núcleo vertical que comunica todo el edificio. Este recorrido se hace a través de unas zonas de estar abiertas donde el cliente es atendido con la máxima comodidad. La nueva oficina de atención al público, un único espacio de tonos claros, con luz cálida y detalles en madera, tiene acceso desde la calle de La Unión.
Wealth management
En la planta ático, Llamazares Pomés ubica la atención de wealth management, un salón de actos y la dirección general. Los listones de madera de los amplios pasillos se iluminan acompañando al cliente hasta los despachos individuales.
Ciertamente, la continua presencia del vidrio da ligereza y permite que la luz natural atraviese los diferentes espacios. Con la madera se busca matizar las transparencias dotando a los despachos y salas con el confort y privacidad que requieren los servicios personalizados de Vall Banc. Cada estancia goza de un diseño personalizado donde la luz natural se ha trabajado como elemento de proyecto, ya sea con lucernarios o con ventanas hacia el paisaje.
En cuanto a las plantas de uso interno reformadas, se ha propuesto una configuración de los espacios con más continuidad y transparencia de acuerdo con los sistemas de organización actuales que facilitan el trabajo en grupo y la transversalidad de las tareas.
Materiales y mobiliario
La propuesta parte de un proceso creativo que da como resultado la combinación de materiales como el vidrio, la madera y el color blanco, con la aspiración de que el edificio rezume la transparencia, la innovación y la proximidad que se esperan de un banco de última generación. En la fachada exterior se han colocado lamas de madera laminada de pino de los Pirineos de 14 metros de altura de una sola pieza y de profundidad variable suministradas por Mallarach.
En planta baja se ha colocado pavimento Blanco Nieve de Neolith. Las piezas de perfil de vidrio U-glass se han colocado en sistema peine con diferentes acabados. En los techos Llamazares Pomés ha colocado luminarias Puzzle de Lamp y en los techos bajos, Mini Puzzle de la misma firma. Las paredes se revisten con Fenix Arpa de color blanco mate. El mostrador se ha realizado con Lacobel White Pure. Los sillones son el modelo Alya y los sofás el modelo Reglan, ambos de Andreu World.
La entidad
En las plantas superiores se ha utilizado pavimento de madera de roble de Listone Giordano, y lamas de madera lacadas en la pared. Por su parte, las sillas son el modelo Sail de Andreu World. La iluminación se resuelve con el modelo Fil+Led Prism de Lamp. De la misma firma son los apliques de pared Mun Dark. Las mamparas son de Dynamobel. Sofá Couvé de Andreu World.
Durante el proceso proyectual, se ha procurado que cada decisión arquitectónica diese respuesta a los valores definidos en las anteriores sesiones de trabajo con tal de que la propuesta final sea lo más fiel posible a las aspiraciones de la identidad. En la sala de juntas, las sillas son las Aluminium Chair de Vitra.
TEXTO MARCO BRIONI FOTOGRAFÍA POL VILADOMS
