Los arquitectos del estudio ACDF utilizan como inspiración el contraste de texturas y épocas que ofrece la implantación de la empresa tecnológica Lightspeed en un viejo edificio ferroviario de Montreal.
El resultado es un espacio que vibra literalmente con la tensión de dos siglos.
La firma norteamericana Lightspeed ya había confiado en el estudio de Montreal ACDF Architecture el proyecto de su sede central en esta ciudad. El nuevo espacio de trabajo de la empresa de software para puntos de venta se encuentra en la planta baja de un hotel ferroviario del siglo XIX de estilo chateau, en la estación de tren Viger de Montreal.

Con su arquitectura distintiva y su importancia histórica, el edificio es un icónico punto de referencia que se destaca en el horizonte de la ciudad.
Las huellas del pasado
Inspirado por el contraste entre la vieja estación de ferrocarril y la pujante personalidad de la compañía tecnológica, ACDF Architects diseña una oficina animado sobre las huellas del pasado. La nueva área proporciona un entorno ideal para el desarrollo de equipos, expresando al mismo tiempo la naturaleza audaz y creativa de Lightspeed.

Las oficinas ocupan un espacio grande y luminoso de 4,5 metros de altura. La luz del día se refleja en las superficies resbaladizas del piso revestido de resina epoxi blanco brillante y el techo de yeso.

Inspirado por los mejores enfoques de desarrollo de producto, Lightspeed alienta la colaboración y autoorganización entre los miembros de su equipo. Cada grupo funciona como una unidad con sus propios escritorios, sala de reuniones y área de redes sociales en la planta abierta. Diversos tonos de color pastel se extienden por las paredes y los pavimentos en formas que recuerdan a sombras precisas, que definen la zona de cada equipo.

Entorno flexible
Estas áreas forman un archipiélago dinámico que invita a celebrar reuniones en los espacios intermedios mientras las paredes circundantes de color se duplican como pizarras blancas para reuniones improvisadas y presentaciones. El entorno flexible ayuda a los miembros del equipo a concentrarse en proyectos en progreso al mismo tiempo que fomenta relaciones de trabajo cercanas.

Restos del caparazón existente ofrecen un telón de fondo idóneo a la atmósfera contemporánea del espacio de oficina. Los autores del proyecto descubrieron ladrillos y piedras originales que evidencian la materia prima de la construcción y crean un contraste dinámico entre paredes rugosas viejas y la nueva geometría rectilínea que resalta las cualidades del espacio.

Al pasar por la antigua muralla central, se llega al «callejón», un espacio común donde el pasado industrial del edificio es más notable. El acabado brillante del piso de esta área expone los patrones de hormigón y terrazo. La pintura negra en el techo disimula los conductos y las tuberías sin ocultarlos por completo. Con su ambiente confortable y sus largos mostradores calibrados para reuniones de gran tamaño, la sala puede acomodar hasta trescientas personas y proporciona un lugar de reunión.

Contraste de texturas
Los suelos de cemento pulido contrastan con los ladrillos rojos de la construcción original que han sido descubiertos, saneados y enfatizados en todo el espacio, permitiendo que el contraste de texturas sea el concepto clave del proyecto. La pintura negra del techo disimula los conductos técnicos que se elevan a más de cuatro metros, sin ocultarlos por completo.

En los puestos operativos de las oficinas Lightspeed se han dispuesto sillas de trabajo de Haworth, modelo Very en color negro. En las zonas de colaboración o de esparcimiento se han utilizados sillas Volt HB de Pedrali en el mismo color. La ingeniería eléctrica del proyecto ha sido realizada por la firma Stantec.



TEXTO MARCO BRIONI
FOTOGRAFÍA ADRIEN WILLIAMS