Typeform experimenta un crecimiento tan rápido que necesitaba un nuevo y amplio headquarter en Barcelona. Lagranja propone un proyecto adaptado a un presupuesto reducido convirtiendo en ventajas las complejas preexistencias del local. Con una recepción en forma de barra, puestos de trabajo purificados con plantas, luz natural y oficinas adaptadas a la joven comunidad profesional.
Typeform es una empresa muy joven, con unos valores, respecto al trabajo, vinculados a la dinámica de los startups. El objetivo fundamental era que fuera un espacio flexible y que todos los elementos estuvieran enfocados al bienestar del empleado.
Presencia de plantas
Una de las claves “no visibles” del proyecto es cómo se orientó el trabajo con el cliente, en un formato muy de workshop, donde todos los integrantes aportaban ideas. En seguida surgió el nombre del experto en bioentorno Kamal Meattle y se convirtió en una de las claves del proyecto. Lagranja adopta la idea de que la presencia de plantas aporta felicidad e incluso se puede cuantificar el número concreto de plantas por persona.
Mesas a medida
Otro requisito del cliente era respetar el tamaño y disposición de los equipos. Salas de reuniones “al uso” pero también otras para hacer reuniones de pie. Salas de estar que podrían también usarse para trabajar y una zona más silenciosa para que la usaran de manera temporal las personas que necesitaban un extra de concentración. La plantilla estaba dividida por equipos que debían trabajar en grupos concretos. Esto determinó la distribución y creación de una tipología de mesas específica para acoger a estos grupos.
Las grandes estanterías
La exigencia fundamental era conseguir un espacio de trabajo, flexible y cálido, donde los empleados se sintieran bien, adaptado a la filosofía de trabajo de Typeform. La solución de Lagranja fue crear grandes estanterías que, además de acoger toda la variedad de plantas, servían para separar espacios manteniendo la premisa de calidez y luminosidad que se pretendía.
El local se concibió originalmente como un gimnasio, aunque nunca llegó a tener ese uso. Disfruta de unos lucernarios que iban a ir sobre la piscina así como techos altos y muchas rampas de conexión entre zonas y plantas.
El ágora
Precisamente, esas rampas eran uno de los elementos más característicos del espacio. Algunas se cubrieron para convertirlas en zonas comunes. Al haber distintas alturas (medias alturas, puesto que no era un espacio convencional) se aprovecharon para hacer el ágora. La presencia de luz cenital es muy importante puesto que ocupa un interior de manzana, así que, de otra forma, no hubiera disfrutado de luz natural.
Una intervención rápida
Se enriquece el peculiar espacio existente con las tarimas que permiten convertir un área de paso en estar. A la vez que se salva el desnivel de forma funcional, las gradas y las plantas. El sistema de estanterías permite la disposición de plantas en vertical y la separación de zonas.
La mayor parte del mobiliario se ha creado de forma específica para Typeform. Las mesas de las salas de reuniones, la gran mesa con la cara del personaje inspirado en el fundador, las mesas de grandes dimensiones para acoger hasta diez puestos de trabajo y la de comedor colgada de los pilares. En las zonas de estar se han dispuesto sillones, butacas y mesas de la colección Basic de Lagranja, pero estas piezas conviven con otras inéditas y algunos elementos de otras marcas.
Se necesitaba una intervención muy grande y rápida a la vez que los clientes contaban con un presupuesto ajustado. Por eso se optó por materiales asequibles como el pino, el uso del color y cortinas.
Luz natural
Por la necesidad de trasladarse lo antes posible, se trató de aprovechar al máximo lo preexistente. Así, se aplica una pintura de colores muy vivos en las paredes, se utiliza el pino que es cálido y económico, así como hierro para las estanterías de las plantas. Las grandes cortinas aportan varios beneficios. Separan los espacios y aportan una excelente absorción acústica. A la vez son parte de la iluminación, puesto que hacen las veces de lámparas.
Como las oficinas disponen de grandes lucernarios cuentan con abundante luz natural. También se da respuesta a la necesidad práctica de iluminar los puestos de trabajo. Pero, además, se trata de aportar algunas lámparas icónicas. Sobre el comedor, visible desde el ágora, se sitúa una gran lámpara que recuerda a una nube. Se trata de apelar al valor simbólico de este elemento, trabajar en la nube, pero también funciona como referente de ideas y sueños.
Macetas con luz
En otro espacio se trabaja con las plantas y se colocan grandes macetas modificadas para convertirse en lámparas. Por último, la gran lámpara de 18 m, responde a la necesidad de iluminar los espacios de trabajo. Pero también se utiliza para adaptar la escala del local y hacerla más humana.
Esa zona tenía un techo extremadamente alto y los empleados corrían el riesgo de sentirse empequeñecidos. Para eso se creó esta gran lámpara, desarrollada para que fuera fácil de trasladar y construir in situ. Se creó una estructura de aluminio envuelta con varios kilómetros de cinta blanca.
Ficha Técnica
Typeform. Bach de Roda 163, 08018 Barcelona. Proyecto: Lagranja Design. Pamplona 96-104, local 12 08018 Barcelona. Dirección: Gabriele Schiavon, Gerard Sanmartí. Mobiliario: Lagranja, Interstuhl, Bernadí Mobiliari d’Oficina, Capdell.
FOTOGRAFÍA ALBERT FONT. TEXTO MARCO BRIONI
