El estudio D/Dock resucita un edificio abandonado en la capital holandesa destinado a la sede de la Lotería Nacional con vocación de compartir espacios con los vecinos. Los valores medioambientales y humanos de la empresa estatal se materializan en un proyecto que cuenta con la implicación previa de los seiscientos trabajadores que lo utilizan.
Un bloque de Ámsterdam, vacío y descuidado durante muchos años, se ha transformado en el edificio de oficinas más sostenible de los Países Bajos. El nuevo complejo, propiedad de la Lotería Nacional Holandesa, ha sido galardonado con la etiqueta BREEAM de sostenibilidad y también ha sido nominado para el Premio de Arquitectura 2018.
El deseo de Boudewijn Poelmann, presidente de la junta de la Lotería Goede Doelen ─que agrupa varios formatos de lotería nacional─, era que el nuevo edificio fuera percibido por usuarios y visitantes como una casa donde empleados, organizaciones benéficas y residentes se sintieran bienvenidos. El concepto de partida es que el inmueble fuera capaz de hacer visible y tangible el valor añadido que la Lotería Nacional representa: ayudar a crear un mundo mejor para las personas y el medio ambiente.
Los usuarios intervienen
Gracias a un proceso de cocreación único en el que intervinieron todas las partes involucradas y los futuros usuarios, el estudio D/Dock realiza un proyecto singular, respaldado por todos los implicados, resuelto con la mayor cantidad posible de muebles ya existentes reciclados.
El concepto de interiorismo fue desarrollado por Edward van der Poll, arquitecto de interiores del estudio D/Dock, junto con Yolanda Loudon, diseñadora de interiores y líder de proyectos de Lotería Goede Doelen.
Estos son los aspectos circulares y sostenibles más importantes del diseño de interiores:
Por iniciativa de la empresa estatal, se pidió a los seiscientos empleados que trabajan para ella, que expresaran sus deseos para el nuevo complejo. La lista de deseos resultante fue aplicada literalmente, excepto cuando podía implicar un aumento de los costes.
El vecindario también participó en el diseño y solicitó un espacio con restaurante que pudiera servir, al mismo tiempo, como lugar de reunión para las asociaciones vecinales. Este es el origen del restaurante La Lotteria, dirigido por The Color Kitchen, una empresa social que capacita a personas con desventaja en el mercado laboral.
Muebles reciclados
Las paredes y particiones, los muebles, las unidades de trabajo, los armarios y el diseño interior del atrio y el restaurante fueron proyectados especialmente para contribuir a la sensación de conexión con la empresa. Pero también para favorecer la experiencia del interior con sus capas invisibles de emociones y rituales que no se ven, pero se pueden sentir
Uno de los deseos expresados por la dirección de la Lotería Goede Doelen era que no se tirara nada y que todos los muebles de las oficinas anteriores fueran reciclados. Después de todo, cada mueble tiene un pasado y una historia, lo que contribuye a crear un entorno significativo. Un buen ejemplo de esto puede verse en el restaurante, donde casi todas las sillas y mesas proceden de otros espacios y han recibido una nueva ubicación.
Para completar el equipamiento, algunos muebles fueron comprados por Yolanda Loudon a través de Marktplaats y vendedores de muebles de segunda mano. Las sillas del auditorio, por ejemplo, proceden de una iglesia en Naarden y tan solo se han vuelto a tapizar.
El sentimiento verde
Otro de los deseos de los empleados era que la vegetación colonizara todo el edificio. Además del jardín en el techo, diseñado por Benthem Crouwel, D/Dock creó espacios verdes en las terrazas intermedias. El estudio, siguiendo las teorías de la biofília, trabaja en la convicción de que las personas tenemos una afinidad innata con la naturaleza. Esta aportación verde puede originar un mejor rendimiento y eficiencia, pero también una sensación de seguridad y confianza. Además, las plantas contribuyen a un clima interior saludable.
Los diseñadores prestaron mucha atención a la acústica mediante el uso de láminas perforadas, tablillas inclinadas en el techo y paneles acústicos hechos de uniformes del ejército reciclados que se colocaron en las cabinas telefónicas y los centros de reunión.
La fachada exterior se transformó en un espacio abierto que ofrece una cálida bienvenida con formas orgánicas y agradables salas. También incluye un guiño a los colores corporativos de la Lotería Goede Doelen: amarillo, verde, naranja y rojo.
El atrio con luz natural
En el diseño original, la escalera de entrada conducía a un muro ciego, pero ahora sube directamente desde la entrada principal y, por lo tanto, es una conexión al atrio, el área común. A través de esta conexión abierta, una gran cantidad de luz solar brilla en el área de recepción y el visitante puede ingresar al gran espacio como si estuviera abierto.
El estudio dio a la zona de acceso un cambio de imagen completo mediante el uso de materiales naturales y colores cálidos, inspirados en las plazas mediterráneas. La majestuosa escalera del vestíbulo se convierte en el factor de conexión.
La escalera de la terraza es la conexión entre todos los pisos, así como el punto de encuentro en el atrio. Fue diseñada por D/Dock como una metáfora de la ubicación anterior, en la calle Van Eeghenstraat, donde el paseo entre los diferentes edificios siempre estaba lleno y la gente se reunía en la calle. La escalera ha creado literal y figuradamente un espacio dinámico que fomenta la interactividad entre los usuarios del edificio.
La pared serpenteante proporciona una zona caliente y otra fría, en cada piso. En el diseño original, los espacios abiertos estaban conectados directamente con la sala, lo que habría provocado una gran cantidad de contaminación acústica. El sinuoso muro contribuye con un poco de paz y tranquilidad en el trabajo y la dinámica se concentra en los lugares de reunión que bordean las terrazas. Además, la división garantiza un equilibrio entre trabajar sin ser molestado en un área de oficina razonablemente abierta y reunirse para hablar con colegas en el backoffice, la impresora o los lugares de reunión informales.
Cradle to Cradle
El carácter sostenible C2C (Cradle to Cradle) de este proyecto se apoya en varias decisiones. Por ejemplo, el uso de materiales circulares en muebles hechos a medida, como madera certificada FSC, materiales compuestos y bambú. Utilización de alfombras textiles para los suelos; una loseta removible y reciclable que D/Dock desarrolló en colaboración con Desso Tarkett; sistemas de paredes modulares C2C Silver Certificate de Plan.Effect; barnices basados en ingredientes naturales sin VOC de acuerdo con los criterios BREEAM.
La firma Moss participó en el proceso de diseño de los jardines interiores. El techo es más que una adición visualmente impresionante: con sus 2.400 m2 de paneles solares, sirve como una fuente de energía sostenible. También recolecta el agua de lluvia que posteriormente se utiliza para regar los jardines del techo y para suministrar agua a los sistemas de cisternas y de lavado.
TEXTO MARCO BRIONI. FOTOGRAFÍA MICHAEL VAN OOSTEN, TESSA JOL