La empresa de tecnología digital Crew Collective se instala en las antiguas oficinas centrales del Banque Royal de Montreal con la ayuda del arquitecto Henri Cleinge. El proyecto se convierte en un ejercicio de acondicionamiento de un local que no quiere perder sus soberbias señas de identidad.
Ubicado en el antiguo Banque Royal en la calle St. Jacques en Montreal, las oficinas forman parte de un proyecto definido en un área de 12.000 m2. Es para una start-up de tecnología digital que también incluye una cafetería para los trabajadores independientes y para el público de la zona.
El desafío
El proyecto presentaba dos desafíos de diseño distintos. El primero, asumir las soluciones arquitectónicas para establecer los límites transparentes u opacos que establecen los diferentes usos del espacio. En la práctica, se traduce en cómo elaborar una relación arquitectónica para construir fronteras entre las diversas funciones del programa. El segundo desafío se convirtió en un cuestionamiento más profundo sobre formas de abordar el diseño contemporáneo en el contexto de un edificio patrimonial.
La complejidad del programa requería fluidez entre los distintos espacios de trabajo. Parte de la superficie del piso debía ser designada a empleados permanentes de Crew Collective. Debía contener salas de conferencias, así como otros estándares de espacios de trabajo. Otras áreas se alquilan a los trabajadores autónomos, por meses o por semanas. Éstos debían tener también acceso a las salas de conferencias.
El antiguo Banque Royal
Por último, los trabajadores temporales o el público podrían utilizar la cafetería y los escritorios para unas pocas horas, con acceso a wi-fi, y taquillas para sus ordenadores. Este entorno se crea para generar un flujo y posibles interacciones entre los empleados permanentes y los temporales. Asímismo, se fomenta el trabajo en equipo en la comunidad tecnológica.
Para facilitar este intercambio Henri Cleinge establece fronteras transparentes y translúcidas entre los distintos espacios de oficinas. Se levanta una compleja serie de paredes de vidrio entre las diversas áreas, con un acceso definido para reflejar el grado de permanencia de cada grupo de trabajadores. Los cubículos para los cajeros pre existentes, que datan del antiguo Banque Royal, no debían ser eliminados. Se decide utilizarlos como frontera natural entre el espacio de la cafetería y las salas de conferencias. Esto, a su vez, genera una separación entre los espacios más públicos y los corporativos.
Elementos elaborados
Las cajas, así como la piel interna del edificio, ofrecen una gran oportunidad para el diseño, utilizados como fondo rico y texturizado. Un testimonio de otra época, que podría prosperar con una nueva función redefiniendo su propósito. El edificio, de 1926, contiene elementos notablemente elaborados. Un suelo de mármol trabajado, techos con molduras de yeso pintadas y ornamentadas junto con accesorios de latón suspendidos personalizados. Así como otros elementos de bronce incluyendo los puestos de cajero.
Frente a este ambiente patrimonial, el diseño tiene que ser cuidadosamente equilibrado para expresar, reciclar y respetar lo existente, además de permitir una intervención discreta contemporánea que refleje la identidad contemporánea de la firma. Los nuevos muros son recubiertos de acero aplacado con latón integrado con el fin de dialogar y contrastar con los elementos de bronce ornamentado existentes.
Materiales y compartimentaciones
El nuevo diseño de Crew Collective es discreto y se percibe en segundo plano, permitiendo que el edificio original sea el eje visual del espacio. Solo al cabo de un rato de permanecer en el interior, se aprecia la intervención sobre el viejo banco.
En los suelos del nuevo proyecto se ha instalado parqué de roble claro y para los techos que era necesario restaurar se ha usado Drywall de CGC. Los sistemas de iluminación técnica han sido suministrados por Sistemalux. La cristalería ha sido suministrada por Techni-Verre. En cuanto a mobiliario se han utilizado mesas de Gaspé. Los asientos de los puestos operativos, así como los de las salas de conferencias, son de Herman Miller.
Las salas de conferencias, divididas y compartimentadas con paredes recubiertas de acero chapado en latón, de LineaP, y encerradas con tabiques de vidrio y un plano horizontal de techo, coinciden con los compartimientos libres existentes que se remontan a los días de papel, cuando los depósitos se documentaban e inscribían a pluma sobre papel. Las pinturas son obra de Benjamin Moore. Los laminados son de Formica.
Ficha técnica
Crew Collective. Situación: 360 rue St-Jacques, Montréal, Canadá. Proyecto: Henri Cleinge. Superficie: 1.100 m2. Equipo: Henri Cleinge, Paulette Taillefer. Iluminación: Sistemalux. Armarios empotrados: Kastella. Paneles de hormigón: Atelier B. Mobiliario: De Gaspé. Paneles de latón: Linea P. Particiones acristaladas: Techni-verre. Mobiliario: Gaspé. Herman Miller.
Fotografía Adrien Williams. Texto Marco Brioni