Nace en Alicante, adquiere la mayoría de edad en Bogotá y, desde allí, expande sus servicios a la mayor parte de América. El estudio Arquint Colombia cuenta entre sus clientes a algunas de las más poderosas corporaciones que confían en la meticulosa investigación previa y en el eficiente encaje entre los diferentes departamentos para plantear sus nuevas estrategias de trabajo. Trino Sánchez nos lo explica en esta entrevista.

Arquint desarrolla cada proyecto tras un periodo de investigación profundo. ¿Cuáles son los parámetros que estudia?
Ante un nuevo proyecto, nuestra compañía lleva a cabo un proceso de conocimiento profundo del espacio e, incluso más importante, del cliente y sus necesidades. Este conocimiento se fundamenta, principalmente, en entrevistas, conversaciones personales, investigación de valores, cultura, identidad de marca y demás recursos que nos permitan entender a fondo las particularidades del proyecto. Incluso, hemos realizado talleres que llevamos a cabo con personal representativo. En ellos, utilizamos metodologías enfocadas a desarrollar espacios de trabajo alineados con la cultura de nuestros clientes. Curiosamente, esta cultura no siempre es la que practican como la mejor vía para lograr sus objetivos de negocio. Finalmente, este proceso puede conllevar profundos cambios organizacionales, más allá del alcance arquitectónico.

¿Crees que la arquitectura interior puede mejorar las condiciones de vida de las personas?
Totalmente. Esto ha sido así desde la profesionalización de la disciplina del interiorismo, cuando se le empezó a conceder la importancia que realmente tiene. Además, actualmente, tenemos unos parámetros de medición y control que manejamos en nuestros proyectos con los criterios enunciados en Well Certificate, LEED y Workplace Strategy. El objetivo es aportar, no solo una intención de confort y bienestar a los usuarios, sino la posibilidad de que pueden medir los resultados de la experiencia. Transformando los hábitos y costumbres, conseguimos mejorar la vida de las personas y, por tanto, su eficiencia. Al final, es un win-win para empresa y usuario.

Explícanos tu recorrido profesional hasta la actualidad.
Podríamos decir que vengo de una tradición familiar fuerte. Mi abuelo era maestro carpintero de la catedral de Orihuela, en España, y mi padre era diseñador de interiores en Benidorm. Mi carrera profesional empieza trabajando durante varios años en estudios de diseño interior de Benidorm y Elche. La sociedad entre Marcela López y Trino Sánchez en el año 1999 origina el estudio Arquitectura Interior del Levante en Benidorm. Era una época muy pujante en el territorio español que nos permitió trabajar también para Emiratos Árabes en proyectos de retail, hoteles y restaurantes con clientes como Hugo Boss, Swarovski, Benetton, MNG y Lacoste.
¿Cómo fue el salto a Colombia?
En el 2007, se expande el estudio al territorio latinoamericano, para lo cual se crea la empresa Arquint Colombia SAS, en Bogotá, que empieza a trabajar activamente, con nuestro diferencial visual branding, en oficinas corporativas para clientes como Oracle, Apple, Google, Cisco Systems, Assist Card y embajadas. El estudio se centra en este tipo de proyectos sin abandonar los otros segmentos. Con el tiempo, Arquint proyecta espacios en Argentina, Chile, Ecuador, Venezuela, Perú, Panamá, México, Costa Rica y EEUU. Las nuevas líneas de negocio han generado muchos éxitos en las áreas de educación y salud, consiguiendo premios internacionales por estos proyectos.

¿Cómo se organiza el equipo humano del estudio?
Arquint se apoya en los dos socios consultores y fundadores, que gestionamos las cuatro áreas que componen su estructura. El área de diseño trabaja en innovación, diseño arquitectónico, diseño gráfico y modelación BIM. Es la puerta de entrada de los proyectos, generadora de conceptos y de relación con el cliente.
El área de construcción se compone de gerentes de obras, arquitectos residentes, asistencia de seguridad industrial y servicio al cliente. Esta área desarrolla la ejecución total de obras, postventas y garantías.
El área de compras y presupuestos genera las cotizaciones y compras de los proyectos para su ejecución. También realiza el seguimiento y control de costos para apoyar la buena utilización de los recursos.
Finalmente, el área administrativa se encarga de seguros, contratación, gestión de compromisos y obligaciones con y para el cliente.
Arquint propone una arquitectura de experiencias y branding estratégico ¿Cómo se asumen estos objetivos?
Siempre elaboramos un briefing muy desarrollado para saber exactamente cuáles son las necesidades del cliente y cómo afrontarlas estratégicamente. Se enfoca en la experiencia del usuario, ya sea cliente de un producto o la persona que va a utilizar un espacio. Nosotros vemos el entorno como un conector con esa experiencia para alcanzar el objetivo planteado. Somos los creadores del instrumento que logrará los cambios de comportamiento que necesitamos para llegar al fin acordado. Todo eso, llevado a un plano de confort, no solo físico sino mental y psicológico. Para conseguirlo, el branding y la arquitectura deben jugar con nuestros sentidos de una forma clara y contundente, llevarnos a universos múltiples que nos proporcionen momentos sublimes y, a la vez, funcionales dentro del espacio.

¿Qué importancia adquiere la metodología BIM en el proyecto de un edificio de oficinas?
Toda. Hoy en día, es algo que es necesario asumir por defecto. Un proyecto sin metodología BIM puede soportar mucho riesgo en su construcción y conceptualización ya que las tecnologías y las instalaciones que utilizamos para llegar a estas experiencias de confort físico y mental son complejas e interactúan con demasiadas variables que debemos controlar para minimizar el riesgo. En nuestro método BIM podemos decir que estas variables, mediante el proceso de diseño, las predecimos, en el de construcción, las acompañamos, y en el de postventas, las mantenemos. Así, el proceso se vuelve sólido y beneficioso para el cliente.
Cuando os enfrentáis a un proyecto corporativo, ¿cuáles son las prioridades?
La verdad es que las grandes compañías marcan unos parámetros estratégicos que recibimos de una manera abierta para transformarlos y subirlos a un estado superior. Nuestros procesos incluyen una serie de workshops, mediciones y observación de conductas funcionales que, acompañadas de esas premisas estratégicas, nos dicen hacia dónde quiere evolucionar la empresa y qué objetivo tiene en su nicho de mercado. Hoy en día, la diversificación del trabajo hace de esto una herramienta fundamental para que la oficina sea un lugar de amplia versatilidad donde nuestra mente y cuerpo se acoplen de forma eficiente.

¿Es más importante la esencia corporativa del proyecto o las personas que trabajan en él? ¿Se pueden armonizar los dos elementos?
El elemento más importante de las oficinas son las personas y hacia ellas debemos enfocar nuestros esfuerzos como diseñadores y empresarios. Ese es el gran cambio cultural y funcional en el que se mueve el mundo corporativo.
Efectivamente, lo ideal es el equilibrio, pero este equilibrio se obtiene desde la perspectiva humana de las empresas y sus espacios. Un espacio con un bienestar óptimo, lleva a sus usuarios a ser más eficientes y aprovechar los recursos humanos de una manera más efectiva, dando mejores resultados a las compañías que apuestan por esta línea. Evidentemente, esto requiere esfuerzos económicos y tiempos no tan cortos, pero tenemos que alejarnos del refrán, “Pan para hoy, hambre para mañana”. Hay que apostar a largo plazo si no queremos ver nuestra inversión consumida a corto plazo.
¿Qué importancia tiene la iluminación en el conjunto del proyecto de un espacio de trabajo?
Muchísima, aparte de que los estándares normativos de trabajo deben ser los adecuados, el componente lumínico es emocionalmente importantísimo en el factor humano, tanto por exceso como por defecto. Además, en estos nuevos espacios de colaboración y co-creación, la estimulación a través de la iluminación decorativa y efectista es clave. La creatividad está condicionada por el estado de ánimo y éste va íntimamente relacionado con la iluminación.

¿Cómo se integran las inquietudes por la sostenibilidad en el contexto de un proyecto de oficinas?
Los clientes, dentro de sus estándares y políticas, tienen en cuenta todas las variables de sostenibilidad, con o sin certificación. Esto hace que nosotros desempeñemos el diseño y la ejecución de los proyectos desde la perspectiva sostenible. Para Arquint no hay proyectos sostenibles y no sostenibles. Por defecto, todos se trabajan con los mismos estándares y, por supuesto, los que requieren certificación LEED, se preparan desde el diseño para que cumplamos con el scorecard que requiere esta certificación. La conciencia de sostenibilidad es, para nosotros y nuestros clientes, un must have.
La tecnología permite que esto se alcance de forma muy fácil: nuevos sistemas de aire acondicionado, detectores de CO2, controles de iluminación, materiales que, desde la fabricación, presentan su trazabilidad como las alfombras o los revestimientos, el cuidado de las pinturas y adhesivos que no contengan VOC… Todo ello favorece que los proyectos de oficinas sean consecuentes con la protección del medio ambiente. Así hemos desarrollado las certificaciones LEED Platinum y Gold de las oficinas de Google, Dow, Apple y Citibank, entre otras.
¿Cómo conseguís implementar a tiempo la construcción de un proyecto sin perder de vista su diseño?
A través de los años, con la experiencia y la creación de procesos de calidad, como el de la ISO 9001, hemos conseguido crear un sistema de trabajo bien sincronizado entre diseño y construcción, las disciplinas arquitectónicas y los departamentos. Así se crea una simbiosis muy eficiente. En Colombia, particularmente, la mano de obra es muy cualificada y comprometida. Eso hace que el valor humano en nuestros diseños y construcciones cobre una relevancia clave a la hora de entregar el producto resuelto a tiempo.
Tanto las residencias de construcción como las de diseño son ejecutadas en paralelo para tener un control en vivo de las evoluciones del proyecto. A esto se suma el departamento de compras que valida todos los encargos y sus tiempos de suministro, importaciones y ejecuciones, de forma que siempre se pueden corregir a tiempo los inconvenientes habituales de una obra. La prueba más clara de que esto funciona bien es que el 67% de los clientes de 2107 repitieron proyecto y que, en 2018, el 56% de nuestros clientes hicieron dos o más proyectos con Arquint.

¿Cómo crees que serán las oficinas del futuro inmediato?
Creo que estamos en un momento de cuestionamiento de las tendencias que han regido hasta ahora. Los proyectos necesitan un margen de estudio previo mayor ya que confluyen varias generaciones en un mismo espacio y con maneras diferentes de trabajar. Eso hace que debamos pensar en la flexibilidad, pero, también, en que los proyectos evolucionen para abarcar nuevas estrategias. Nosotros estamos ahí para acompañar esa evolución, para ir modificando la herramienta que llamamos espacio. Para hacer que las compañías puedan hacer realidad los cambios en su forma de trabajar. Estamos implantando unos impulsores, dentro de la arquitectura, que hacen que los comportamientos en las oficinas se muevan hacia esos objetivos. Las circulaciones, el mobiliario, las iluminaciones, los estímulos de branding, favorecen que, psicológica y físicamente, los empleados puedan desarrollar mejor los cambios y evoluciones que la empresa plantea.
ENTREVISTA: MARCEL BENEDITO. FOTOGRAFÍA: ARQUINT