La presentación de la elegante silla de madera Adela Rex, diseñada por Philippe Starck para la firma Andreu World, es la ocasión perfecta para acercarnos al polifacético diseñador francés y preguntarle por su visión de la creatividad.
¿La creatividad es una fuente de energía?
La creatividad es, simplemente, una gestión del movimiento, una dirección de la concentración, una actividad solitaria. En mi opinión, no hay recetas para la creatividad. Es el resultado de un contrato que firmé conmigo al nacer. Un contrato con nuestra propia comunidad: somos parte de un todo y debemos asumir el deber de ayudar a esta comunidad en lo que podamos. Tengo esta enfermedad mental que se llama creatividad y un cierto grado de Asperger. He dedicado mi vida a esto, como un monje, tratando de proponer soluciones mientras me divierto, obviamente, porque sin eso sería un poco triste el proceso.
¿Has redescubierto con Adela Rex las cualidades de los materiales naturales?
Si se utiliza la madera adecuada, el contrachapado es muy ecológico. Con un árbol es posible fabricar kilómetros de madera contrachapada. En efecto, he descubierto mi gran pasión por este material. Ya había hecho algunas creaciones con madera contrachapada 3D, pero ahora con 2D, el resultado puede ser más democrático.
¿Cómo se establece una relación de confianza con una empresa como Andreu World?
Empecé a diseñar una colección en madera contrachapada 2D por mi cuenta. Se me ocurrió llamar a Jesús Llinares porque tenía la sensación de que esta colección encajaría con Andreu World, así que tuvimos una reunión. Traté de entender la empresa y me quedé impresionado porque allí todos son muy profesionales. Yo mismo me considero un verdadero profesional; mi padre era ingeniero aeronáutico y mi herencia es la ingeniería. Nada es complicado cuando se trabaja con gente inteligente, con alto nivel cultural como los responsables de esta compañía, que conocen muy bien el diseño. Tenemos un objetivo en común que es hacer el mejor producto con lo menos posible para un máximo de personas.
¿Cómo se aleja Philippe Starck de su estilo para hacer nuevos productos?
Para aportar algo nuevo, tienes que estar fuera de la corriente principal. Lo primero es entender que todo lo que haces, realmente, debe venir de ti. Para conseguirlo, tienes que estar solo. La creatividad es muy personal, no se puede hacer lo que ya hacen los demás. El secreto es ser tú mismo, siempre. Tener una vida real, aventuras de todo tipo que creen visiones, que estas visiones construyan una ética personal y que te ciñas toda tu vida a esta ética. Puedes hacerla evolucionar, pero nunca te dejas corromper ni reniegas de ti por razones venales.
¿Qué te inspira en tu trabajo?
Vivo como un monje en medio de la nada, no voy a restaurantes, a cócteles, no veo televisión. Todas las mañanas, a las 7, estoy solo con mi papel de calcar y mi lápiz y sé lo que tengo que hacer. Lo hago hasta que esté listo. No doy la vuelta al proyecto, siempre voy por el centro. Esto no significa que siempre tenga éxito, pero lo intento. Si vives como yo, es muy fácil seguir este programa porque no tengo que explicarle a nadie lo que quiero. Simplemente lo hago.
¿El diseño salvará al mundo?
El diseño fue creado para transformar cosas feas en agradables a los ojos, hacer aceptable lo que está a nuestro alrededor. Hasta hace unos años, el diseño solo trataba de hacer que los productos fueran más atractivos o que se vendieran más. Pero cuanta más materialidad nos rodea, tenemos menos libertad, menos humanidad. Eso significa que la desmaterialización es vital, el “bionismo” es uno de los grandes pasos importantes de nuestra próxima evolución. El diseño, tal como lo conocemos hoy, no tiene futuro y eso es lógico. Todo tiene un nacimiento, una vida y una muerte. El diseñador del futuro será nuestro entrenador, el gimnasio, el dietista, el médico… Cuando estemos completamente libres, desnudos en nuestra casa, sin nada, tendremos espacio para la creatividad sentimental, y no para la creatividad obligada.
¿Te preocupa la sostenibilidad de nuestro medio ambiente?
Por supuesto. Y la prioridad es sencilla: menos de todo. No hay evolución sin conciencia individual. No podemos aconsejar a otros que «hagan esto» si no lo hacemos nosotros mismos. Hace poco, tuve una idea simple pero eficiente: voy a consumir un 10% menos de todo, así que consumo un 10% menos de yogur, de camisetas, de gasolina, de carne… Creo que eso es un paso enorme. Si todo el mundo, en los países industrializados, lo hiciera, sería más que suficiente. Hoy las cosas deben ser inteligentes, honestas y deben durar. Es obvio.
¿Cómo debería ser un espacio de trabajo con visión de futuro?
Hay personas a las que les gusta trabajar solas, otras a las que les gusta trabajar juntas. Hay proyectos que requieren estar aislados y otros con cierta complejidad que requieren estar con varias personas y trabajar en equipo. Lo único nuevo es que ya no hay dogmas. Hasta hace unos años, el trabajo ocurría en un espacio para trabajar. No debemos olvidar la etimología de la palabra trabajo que significa «obligación y tortura», y nunca hemos visto nada muy creativo salir del trabajo forzoso. Para trabajar, tienes que estar donde prefieres estar, en tu mejor momento, siguiendo tu biorritmo. Trabaja hasta tarde, trabaja temprano. No importa, lo importante es el resultado.
¿Hay algo que no te atrevas a diseñar?
Hago tantas cosas diferentes, desde una estación espacial con la NASA hasta barcos, relojes, equipamiento médico… Son cosas que, en última instancia, poseen un único elemento unificador que es la creatividad. Pero para responder a tu pregunta, el diseño siempre debe ser útil y estar al servicio de tu comunidad.
¿Algo que conmueva a Philippe Starck, que lo emocione?
Soy una persona fácilmente emocional. Si no me contuviera, pasaría mi tiempo llorando. No sobre mí o la tristeza, ese no es mi estilo. Es solo que a veces me abruma tanta emoción. Podría sollozar frente a un niño en la calle, un viejecito, una palabra o un sonido.
- ENTREVISTA MARCEL BENEDITO
- FOTOGRAFÍA ANDREU WORLD