Grandes empresas y trabajadores creativos ven en las oficinas de coworking la solución idónea. Cuatro responsables de compañías de espacios de trabajo colaborativo exponen sus puntos de vista sobre los retos a los que se enfrenta este sector. Philippe Jiménez, de IWG España Regus contesta a las preguntas en esta tercera entrega.
¿Cuál es el valor añadido que define a los espacios de vuestra compañía?
Philippe Jiménez, Country Manager de IWG España: El principal valor añadido que ofrecen nuestros espacios de coworking es su versatilidad y adaptabilidad, así como su completo equipamiento. Con cada apertura, ofrecemos a los profesionales un lugar totalmente equipado y pensado para satisfacer sus necesidades y potenciar su productividad. Al mismo tiempo, nuestro modelo de negocio consigue crear un entorno inspirador de diseño agradable que tiene una repercusión directa en la eficiencia y la productividad de las personas.
Una de las características que mejor define al coworking es su flexibilidad. Los espacios adaptables permiten democratizar el trabajo, porque dan a las personas la libertad de decidir dónde, cuándo y cómo trabajar. Las nuevas generaciones tienen una concepción distinta del trabajo. Ya no contemplan estar en una oficina unas determinadas horas, son conscientes de que las nuevas tecnologías les permiten trabajar desde cualquier sitio, en cualquier momento, y conciliar mejor su vida profesional y personal.
También es importante destacar que el coworking ofrece a las compañías adaptabilidad tanto para aumentar como para disminuir su plantilla con lo que pueden ahorrar en infraestructuras y costes operativos. El espacio de trabajo convencional está disminuyendo porque es más caro, menos flexible y menos atractivo para la gente que quiere tener la libertad de poder decidir.
¿Cómo se plantea el proyecto de diseño de cada nuevo espacio?
Philippe Jiménez: Los espacios de IWG cuentan con mobiliario de diseño especialmente pensado para impulsar la creatividad, la productividad y establecer una comunidad profesional dinámica. El espíritu del Grupo se centra en ofrecen un diseño auténtico y elegante que potencie un agradable entorno para que los miembros trabajen de manera creativa, cómoda y colaborativa. Está comprobado que todos somos más productivos y exitosos en un espacio agradable, social e inspirador como son los centros de IWG.
Tenemos muy en cuenta las diversas necesidades de nuestros clientes. Por eso, combinamos espacios de trabajo de diferentes tamaños, salas de reuniones totalmente equipadas y espacios comunes donde relacionarse, descansar y hacer networking.
¿Qué importancia le dais a la ergonomía, la calidad del aire, la iluminación y la alimentación de los usuarios?
Philippe Jiménez: La razón de ser de IWG es crear y ofrecer la mejor infraestructura destinada a personas y empresas para ayudar a que los profesionales se encuentren cómodos y que dispongan de todo aquello que necesitan para que lleven a cabo sus planes Para ello, todas nuestras oficinas cuentan con estrictos protocolos de calidad que tienen en cuenta garantizar el bienestar de todo aquel que acuda a nuestros centros. IWG procura ofrecer un entorno que despierta todos los sentidos.
¿Qué ventajas aporta el espacio de coworking/business center a una gran compañía con muchos trabajadores? ¿Y para los profesionales autónomos?
Philippe Jiménez: Los espacios de trabajo flexible presentan beneficios, tanto para empresas con un gran número de empleados como para emprendedores y trabajadores autónomos.
En el primero de los casos, el hecho de no disponer de una oficina fija permite que los trabajadores ahorren tiempo en sus desplazamientos y mejoren su conciliación laboral y personal. Además, reducir el número de viajes y aprovechar las oportunidades que ofrecen las tecnologías actuales como videoconferencias, reuniones online y uso compartido de aplicaciones web, reduce el número de emisiones y costes relacionados con los desplazamientos. Esto permite a las compañías mejorar su compromiso con el medio ambiente.
En cuanto a los emprendedores, como sabemos, es un segmento en auge. Dentro de este perfil, cabe destacar que el modelo de franquicias constituye hoy una de las principales formas de emprendimiento en el mercado español. Un sector que destaca por su crecimiento continuo, con un incremento del 30 por cien en los últimos cinco años.
Para aquellos emprendedores que necesitan comenzar a montar su negocio, los centros de IWG les ofrecen unos servicios y una infraestructura totalmente equipada para ahorrar costes y comenzar a trabajar de inmediato. Tienen a su disposición la infraestructura de una gran empresa, pero sin esos costes asociados. Por eso, el modelo de trabajo flexible es ideal para los profesionales que están comenzando a montar sus empresas: les permite crecer de manera orgánica muy sencilla.
¿Cómo preserváis los espacios de concentración y privacidad para los usuarios?
Philippe Jiménez: Los centros de IWG cuentan con espacios abiertos y amplios en los que se pueden reunir los profesionales para compartir sus ideas y generar sinergias. Estas áreas son idóneas para crear conversaciones que pueden convertirse en relaciones y, muy fácilmente, en futuras colaboraciones profesionales. Pensamos que es importante generar esos espacios de encuentro y conversación, que son, sin duda, una de las características más apreciadas de nuestras oficinas.
No obstante, al mismo tiempo que tenemos sitios más comunitarios, también disponemos de oficinas, salas de reuniones y estancias de trabajo privadas para un número limitado de personas. Estos lugares son los más escogidos a la hora de celebrar reuniones y realizar tareas que requieran de una concentración mayor.
¿Cuál es el principal reto al que se enfrenta este sector?
Philippe Jiménez: El mayor reto que debe afrontar este sector es la cultura empresarial. En un estudio global que hemos realizado este año entre más de 15.000 encuestados, hemos podido comprobar que no todas las empresas han sido capaces de adoptar el concepto del trabajo flexible. De hecho, el 60 por cien de los encuestados afirma que el cambio de cultura de la organización es el principal obstáculo para la aplicación de estas políticas, especialmente en las empresas de larga tradición. Esta encuesta también nos ha permitido conocer que más de un tercio de ellos, exactamente el 41 por cien, afirma que el miedo a que el trabajo flexible pueda afectar a la cultura general de la empresa es el mayor obstáculo para las compañías.
No obstante, estamos convencidos de que, al igual que en el resto de Europa, en los últimos años ha habido un gran avance hacia formas de trabajo menos rígidas y espacios más fluidos y flexibles. En España también estamos comenzando a ver un ecosistema empresarial que apuesta por los espacios de trabajo compartidos.
ENTREVISTA: MARCEL BENEDITO. FOTOGRAFÍAS: IWC.
