David Lorente, Josep Ricart, Xavier Ros, Roger Tudó son los cuatro socios del estudio de arquitectura de Barcelona Harquitectes. El proyecto de las oficinas Galenicum ha supuesto dos merecidos premios de la CSCAE. Entrevistamos a los socios con motivo de este reconocimiento.
El proyecto de las oficinas de la farmacéutica Galenicum de Esplugues de Llobregat, realizado por Harquitectes, ha recibido dos galardones de los Premios Arquitectura del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE): el Premio Re, por sus valores a la rehabilitación, renovación y regeneración; y el Premio de Arquitectura Española (ex aequo). El jurado ha destacado la sensibilidad del proyecto por recuperar construcciones existentes solucionando los desafíos técnicos de forma sostenible y estética; contribuyendo a la regeneración urbana, la reutilización de estructuras existentes y a la mejora de la calidad de vida de las personas.
Según el jurado del Premio del CSCAE, es una intervención oportuna y acertada en uno de tantos edificios industriales que se convierten en obsoletos. Evidencia las capacidades y ocasiones del volumen sugeridas por el propio sistema constructivo original y regenera un nuevo entorno productivo de alta calidad ambiental y espacial mediante estrategias replicables y ejemplares.
¿Qué dificultades presenta un edificio industrial para HArquitectes?
Los edificios industriales son espacios atractivos, luminosos y generosos en metros cúbicos, pero, en general, tienen malas condiciones de aislamiento térmico, acústica y captación solar. Estos aspectos son fácilmente mejorables a través de la revisión de la envolvente del edificio. Lo complejo, donde se encuentra el interés tipológico del proyecto, es resolver la falta de jerarquía para introducir las funciones y relaciones propias de unas oficinas. Cada uno de los ‘donuts’ de trabajo de la intervención responde a un grupo de departamentos con un máximo de 40 personas. El espacio de trabajo es continuo pero la geometría del claustro genera ámbitos diferenciados y permite segregar salas cerradas para reuniones. Todo ello sin perder la noción de unidad y la relación con el patrimonio industrial a través del jardín central de cada claustro.
¿Qué papel cumplen aquí los espacios intersticiales?
La separación entre los donuts de CLT, así como la franquicia entre donuts y cerramientos originales, acoge todo los servicios e instalaciones. Baños, almacenes y archivos se encuentran en estas franquicias. Todos los circuitos de las instalaciones (agua, clima, eléctrico, datos y seguridad) recorren estos espacios a través de un techo técnico que puede ser registrado desde arriba y desde abajo.
¿El concepto de claustro dota de sentido a este proyecto?
La idea de claustro surge como forma de introducir un espacio de trabajo confortable y controlado dentro del gran espacio industrial sin perder las condiciones de luz y tamaño. Pero también supone una propuesta sobre cómo trabajar de forma horizontal, en círculo y alrededor de elementos que mejoren las condiciones del trabajo. La idea se traslada a otras situaciones del edificio, como el patio central que actúa como gran distribuidor y donde la forma de claustro era igualmente útil, o el espacio de acceso con su gran ágora donde se puede reunir todo el personal.
- David Lorente, Josep Ricart, Xavier Ros, Roger Tudó son los cuatro socios del estudio de arquitectura de Barcelona Harquitectes.
- Entrevista: Marcel Benedito
- Fotografías: Adrià Goula.
