Pasamos el noventa por cien del día en espacios interiores con iluminación demasiado fría, intensa, constante y un espectro pobre y descompensado. Por ello, sufrimos de fatiga visual, insomnio, estrés, poca energía vital… infelicidad. Un artículo de Gisela Steiger, light designer.

Para cuidarnos, tratamos de reducir el consumo de alimentos ultra procesados, compramos frutas y verduras de cultivo ecológico y nos aseguramos de que todo lo que entre en casa sea “bio”. Bien. Ah, y nos apuntamos al gym. Súper. Todo eso ayuda, pero no nos damos cuenta de que no es suficiente: porque seguimos pasando el noventa por cien de nuestro tiempo en espacios que afectan negativamente a nuestra salud. ¿Por qué? Por culpa de una mala iluminación.

Falta de formación en iluminación

Porque a los arquitectos no se nos forma en iluminación. Ni natural ni artificial. Ni en universidades ni en másters. Sin embargo, proyectamos la luz en todos nuestros proyectos. Y lo hacemos mal… muy mal. Sin ser conscientes de lo mucho que va a afectar a la salud de los usuarios que habitarán nuestros espacios.

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Cloudworks coworking Sant Antoni de Iker Izargorri Arquitectura e Interiorismo. Proyecto de iluminación de Fantástico Lighting.

Hemos pasado de vivir en el exterior prácticamente a todas horas a que sea normal salir de casa solo para meternos en el coche, estar diez horas encerrados en la oficina, pasar por el supermercado y volver a casa. Y este cambio radical de comportamiento solo puede traer consecuencias negativas.

La falta de exposición a la luz natural provoca que nuestro cuerpo no funcione correctamente. Altera nuestro ritmo biológico y lo descompensa. Vale, no podemos trabajar en exteriores ni estar permanentemente al lado de una ventana. Pero sí que podemos entender cuáles son las virtudes de la luz natural para escoger bien la artificial.

La luz natural

La luz natural es variable en muchos sentidos: temperatura de color, longitud de onda e intensidad. Lo mismo ocurre con la temperatura y la humedad ambientales. Pero eso lo dejo para los especialistas en estos campos. Hoy en día, muchas fuentes de luz led logran mimetizar las características de la luz natural. Se trata de saber analizar las fichas técnicas de las luminarias y escoger bien el producto con el que vamos a proyectar.

La luz fría estimula la productividad. Pero, por contra, el exceso impide la segregación de melatonina que es la hormona responsable del sueño. No somos gallinas ponedoras, así que iluminación demasiado fría y con niveles constantes es una mala decisión. Exploremos las tonalidades neutras o, si el budget del proyecto lo permite, implementemos iluminación tunnable white con un protocolo por datos. Las luminarias que deslumbran producen fatiga visual: cuidado pues con los UGR’s mayores de 19.

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Oficinas de Morillas en Barcelona, proyecto de Miquel Ángel Julià Hierro, iluminada por Fantástico Lighting. Fotografía de Rafael Vargas.

En cuanto al espectro (que no es lo mismo que la temperatura de color) si está demasiado descompensado originará daños celulares en nuestra retina ocular. Hay que tener cuidado con las longitudes de onda en los 480 Nm.  Prever esto no afecta al bolsillo y es una mejora increíble. Por último, otros dos enemigos de la salud visual: la homogeneidad y los contrastes demasiado acusados. Para evitarlos, tratemos de buscar niveles degradados en el espacio.

La importancia del diseño

Llegamos con esto a la importancia del diseño: prever la iluminación desde el principio del proyecto es primordial. Conviene conocer la técnica y las estrategias. Qué nos ofrece el mercado. La luz no debe ser un añadido: esos puntos de luz que arrastraremos hasta el final del proyecto, con un presupuesto que iremos destinando a otras partidas hasta que quede en mínimos ridículos. Seamos conscientes de que, si sacrificamos la calidad de la luz, también sacrificamos la salud del usuario.

Proyectar bien la iluminación no es fácil ni hay una receta aplicable a todos los espacios. Pero, como en todo, entender la importancia del tema y formarse en ello, o bien apoyarse de profesionales especializados, es la base del cambio de conciencia y de la lucha contra los malos hábitos adquiridos.

Gisela Steiger

Arquitecta Superior colegiada y Máster en Iluminación Arquitectónica por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC Tech School). Es directora del estudio Autentico Architectural Lighting Design.