El estudio de Barcelona Bloomint Design, dirigido por sus fundadores, Manu Bauzá, Caroline Jaussaud y Caroline Savin, ha proyectado un interior intemporal y alegre para la compañía Digital Luxury Group en Ginebra, que busca representar un mundo poético donde el lujo y el deseo provienen de la experiencia.

¿Cómo llegáis a este cliente entre Shanghai y Ginebra?
Bloomint Design comienza en Ginebra con una primer proyecto de oficinas, para MCI Group, hace dos años. A partir del éxito de éste, varias empresas nos llamaron para crear sus oficinas enfocadas a la flexibilidad, la creatividad y la atracción de talento. Digital Luxury Group vio en nosotros la oportunidad de capturar la esencia de la marca y trasladarla a sus clientes. Así fue como entramos en el mundo del marketing de lujo para interpretar e interpretar el deseo y el lujo, el exotismo y la elegancia.

¿Qué nos podéis revelar del briefing previo?
Se basó en la idea de implementar un espacio de trabajo moderno, abierto e innovador tanto para los trabajadores como para los clientes que lo quisieran usar como suyo. A lo largo del proceso de creación, parte del equipo se sumó a diversas sesiones de brainstorming con Bloomint. Esto no nos había sucedido en ningún otro proyecto, por lo que salieron ideas y situaciones muy enriquecedoras. Se creó una comisión de ocho personas que debatía sobre los espacios soñados por cada uno y la experiencia que los clientes podrían tener, una vez visitaran su oficina.

¿Qué importancia tiene el arte en este espacio de Bloomint?
Se convirtió en una parte importante del proyecto, no sólo como opción para vestir paredes, sino como herramienta para potenciar el concepto de lujo y de mundos de ensueño. Jugar con piezas de arte de tal envergadura nos ayudó a resaltar el contraste entre tradición y modernidad, arte y diseño, creatividad y reflexión.

¿El concepto de lujo se puede traducir en interiorismo?
Sí, seguramente hay varios caminos para ello, pero en Bloomint encontramos uno y lo hicimos nuestro. Nos preguntamos ¿qué es lo que hace que algo sea lujoso? Y encontramos la respuesta en el deseo. El deseo de poseer algo y no alcanzarlo, llevarlo a su propia idealización. Mediante la idealización de la oficina fuimos aclarando qué usos querríamos para cada espacio según los deseos de trabajadores y clientes. A esto le añadimos cierto secretismo a desvelar en cada espacio, con puertas ocultas, cortinas opacas o muebles que se transformaban. Se completó con una elaborada selección de acabados, telas y detalles para que el lujo se viese representado con una visión innovadora y fresca, con un guiño a elementos tradicionales.
TEXTO MARCO BRIONI. FOTOGRAFÍA MARGARET STEPIEN