Los nuevos tiempos y paradigmas requieren formas de trabajar en las que las personas deciden cómo van a utilizar los espacios. Cristina Moya propone una experiencia de usuario única en las oficinas que se inscriben en el nuevo edificio de logística de Mercadona en Vara de Quart, Valencia.
¿Cristina Moya, cómo te defines?
Exploradora, curiosa, inquieta, inconformista, una persona que se cuestiona todo lo establecido… así soy yo. Creo firmemente en que el éxito reside en el trabajo en equipo. Por eso, para sacar el máximo en cada proyecto, trabajo junto a un equipo de profesionales, colaboradores y amigos que lo hacen posible y me acompañan en esta aventura.
Dices en tu web que tus proyectos hablan de historias de las personas…
Sí. De las personas que hay detrás. Nuestra misión consiste en entender las necesidades de cada cliente y ofrecerle la mejor solución, haciendo realidad su proyecto de forma extraordinaria. Siempre tratando de simplificar el proceso y haciéndolo fácil para el cliente. Trabajamos para crear espacios funcionales que generen ilusión en los usuarios y provoquen distintas formas de experimentar, interactuar, sentir y vivir la arquitectura.
¿El primer briefing estaba muy elaborado o has tenido ocasión de aportar ideas nuevas para el proyecto?
El cliente me indicó las necesidades del proyecto, número de puestos de trabajo divididos en dos tipologías o departamentos, y necesidad de salas de reuniones y de comedor. El proyecto nace de dar solución a estas necesidades concretas.
Para ello, las dimensionamos y situamos estratégicamente y, a partir de ahí, les propusimos otros espacios como el anfiteatro que cubría la necesidad de sala de reunión, pero con un concepto más informal. También nos explicaron la rutina de un día de trabajo y sus formas de trabajar. De estos conceptos nacen otras áreas como un amplio hall para reuniones diarias de primera hora de organización con el primer café del día, con mesas altas y sofás.
¿La solución del patio interior es una respuesta estética o funcional a un problema previo?
El patio interior surge de la necesidad de crear un espacio exterior controlado. El edificio se encuentra en un polígono industrial, con mucho tráfico y un paisaje sin atractivos. Por ello, tratamos de limitar al mínimo las aberturas directas al exterior y generar un espacio controlado por el que ventilar e iluminar las oficinas, además de crear una terraza como espacio alternativo para reunirse de forma informal.
¿El uso real de los espacios de trabajo de diferentes condiciones coincide con lo que Cristina Moya había previsto?
En general, sí. Me sorprendió gratamente el uso de la cocina, que es donde más vida hay. Se generan muchas conversaciones alrededor de la isla e incluso he visto muchas veces a gente que se refugia en la isla con el portátil a trabajar cuando no hay nadie.
