Playster encarga al estudio canadiense ACDF que elabore una estrategia para mejorar las cualidades del diseño de espacios abiertos de sus oficinas. Los arquitectos proponen un patrón cromático emocionante que reinventa el espacio. Con reminiscencias del logotipo de la empresa, los bloques de color saturan las paredes y las alfombras creando un fuerte impacto visual y demarcan diferentes zonas en una progresión fluida. Los colores fomentan las reuniones de equipo en el espacio abierto y estimulan un sentido de pertenencia entre los empleados ya que cada equipo tiene su propio color. Preguntamos por estos conceptos al Director de ACDF, Maxime-Alexis Frappier.
¿Qué aporta el color a este proyecto para las oficinas de Playster?
Además de contribuir a la creación de un ambiente de trabajo lleno de nueva energía y creatividad, el uso del color nos permitió, dentro de un presupuesto muy restringido, establecer identidades distintas específicas para cada división del grupo y al mismo tiempo establecer un fuerte sentido de pertenencia a la empresa.
¿Funcionan los espacios abiertos como habéis pensado?
Sí, los espacios abiertos cumplieron nuestras expectativas, así como las del cliente que deseaba un espacio de trabajo adaptable. Este tipo de espacios también permite vincular visualmente y físicamente todas las divisiones de la compañía y contribuye en gran medida a construir un sentido más fuerte de unidad y pertenencia al grupo.
¿Se plantea algún desafío con los espacios abiertos?
La acústica es, sin duda, la restricción más importante a tratar en un proyecto de este tipo, especialmente cuando la proporción de empleados por metro cuadrado es tan alta como en el caso de las instalaciones de Playster. Como tal, acordamos desde el comienzo de nuestro proceso de diseño que optaríamos por un trabajo de planta abierta alfombrada, lo que ayudaría a crear un entorno de trabajo más adecuado en términos de acústica. Con el presupuesto mínimo con el que tuvimos que trabajar, también acordamos que la alfombra debería ser algo más que sólo el revestimiento del piso. Tenía que actuar como una plataforma de conectividad entre las diferentes divisiones dispuestas en una fila a lo largo de las paredes exteriores. Así fue como el concepto de fragmentación cromática tomó forma: creando una narrativa colorida con el espacio y creando zonas muy distintas, simplemente con las variaciones cromáticas progresivas de la alfombra.