El estudio de arquitectura Ballarín + Mendoza se funda en 2022 por Almudena Ballarín y Ramón Mendoza en Madrid. Se conocieron en Londres mientras trabajaban en estudios de reconocimiento internacional como el estudio del premio Pritzker, Richard Rogers (Rogers Stirk Harbour and Partners) y el estudio premio Stirling de arquitectura Amanda Levete Architects (AL_A).

Los directores de Ballarín Mendoza comparten su entusiasmo por una arquitectura creativa e innovadora, la ambición de superar las expectativas del cliente plasmando su personalidad en el diseño sin imponer un estilo inflexible y la meta de ejecutar una arquitectura sostenible real a través del conocimiento técnico y constructivo. El estudio muestra un gusto por la utilización de materiales nobles, el orden y el rigor, siempre buscando introducir elementos de alegría e ingenio.

Ballarín Mendoza LOOM Castellana 85 Aretha

¿La sobriedad cálida es un objetivo del proyecto?

Ciertamente. Por un lado, el cliente se siente condicionado por un entorno de alto nivel y con tradición de oficinas como es Azca. También es una apuesta propia por huir de la estética low-cost desenfadada con la que se identifican los coworking. Creemos que la tipología ya ha alcanzado la suficiente madurez como para apostar por la elegancia y calidez de las oficinas clásicas. Con el uso de la moqueta y los tapizados, la madera natural en los muebles y las mamparas en su tono clásico plateado fusionamos la calidad y calidez de los acabados de las oficinas mid-century con un diseño contemporáneo.

Ballarín Mendoza LOOM Castellana 85 Aretha

¿La responsabilidad ambiental es una prioridad?

Nos interesa la economía circular e intentamos aplicarla en todos los proyectos. Creemos que ofrece una sostenibilidad real basada en la forma de operar de la naturaleza. No sólo es buena para el planeta, sino también más eficiente y económica a largo plazo para nuestros clientes.

Un proyecto de construcción es más circular en la medida en la que reduce la huella de carbono a lo largo de su vida útil; desde la construcción hasta el desmantelamiento. LOOM Castellana incorpora el pensamiento circular en todo su diseño. Desde los acabados, que contienen un alto porcentaje de material reciclado –se pueden desmontar, sustituir y reutilizar–, hasta las instalaciones de bajo consumo con sistema de control que monitoriza su correcto funcionamiento. Lo más avanzado en circularidad es la flexibilidad de los sistemas de compartimentación: los despachos son capaces de ampliarse y dividirse sin necesidad de obra en un sólo día y las salas de reunión en cuestión de minutos a través de tabiques móviles. Los clientes son conscientes del problema del deterioro de nuestro planeta y premian un proyecto enfocado en ofrecer soluciones.

Ballarín Mendoza

¿Qué diferencia al proyecto de un coworking de una oficina convencional?

Al principio, los espacios compartidos surgieron de la cultura de la startup y el ahorro económico, pero, con el tiempo, las empresas entienden que es más eficiente externalizar la gestión de su oficina para concentrarse en el desarrollo de su actividad. Es más enriquecedor compartir espacio y sociabilizar con otros profesionales. Probablemente, lo que diferencia a un espacio de coworking es la flexibilidad que ofrece a sus inquilinos: tanto para crecer sin necesidad de cambiar de dirección como para contratar servicios según convenga e, incluso, para establecer contratos con menor vinculación. Al fin y al cabo, son espacios como servicio que se adaptan a las necesidades cambiantes de una empresa actual.