Director y alma de artec3, uno de los estudios de diseño de iluminación más prestigiosos de nuestro país, Maurici Ginés fue presidente de la APDI durante seis años. Asegura que la iluminación no tiene un estándar. Pero el cóctel perfecto implica entender un espacio, su programa, personalidad, materialidad e identidad corporativa.

¿Cómo habéis vivido en artec3 Studio la situación de este año?

Somos un estudio grande con veintiséis personas y varios proyectos en marcha. Está situación complica las cosas. Estamos acostumbrados a trabajar a distancia desde nuestra central en Barcelona. También desde las oficinas de Madrid, México y Nueva York, pero todo se hace más lento.

Hemos empezado el año ganando dos concursos, un espacio público dentro de unas oficinas en Málaga y otro en Madrid. Por otro lado, nos hemos trasladado a un nuevo estudio en Palo Alto que todavía hemos de acondicionar.Será un espacio de ilusión y futuro. Ahora estamos teletrabajando desde casa, pero esperamos volver a la normalidad muy pronto. Estamos intentando solucionar esta nueva “normalidad”.

artec3 Maurici Ginés
Mercat de Els Encants Vells, proyecto de B720, iluminado por artec3

¿Cómo conseguir que los proyectos conecten con la emoción de las personas?

Desde los inicios en esta profesión, no me ha interesado cumplir simplemente con una serie de cuestiones técnicas. Ya hay gente muy buena en luminotecnia. Nos mueve que los diseños, resueltas las funciones técnicas, sean capaces de generar identidad mediante la luz, comuniquen valores intangibles, generan ciertas experiencias. Queremos contar una historia con la luz que marque la diferencia.

Nuestro proyecto debe entender las sensaciones que los arquitectos quieren transmitir. En el restaurante Enigma, la idea es que el visitante no entienda en seguida el espacio proyectado por RCR. Diseñamos un difusor lumínico de plástico arrugado cuya materialidad, junto a los acabados del local, configuran un escenario abstracto, neutro, que pone en valor los platos de Adrià.

Has mencionado tus inicios ¿cómo fue esta etapa?

Empecé en el año 1994 con la intención de hacer proyectos que aportaran algo más que ingeniería de luz. Mi idea era comunicar el espacio, hacerlo confortable y que significara algo para las personas que lo viven. En aquel momento, hablar de light design en España era francamente difícil. Había que explicarlo todo antes de cada trabajo. Mi primer proyecto fue la Sala de Alta Tensión del antiguo Museo de la Ciencia de Barcelona. Era como un teatrillo donde se explicaba al visitante cómo funciona la electricidad, de forma que la iluminación debía comunicar la experiencia. Fue la confirmación de mi concepto sobre el diseño de luz.

artec3 Maurici Ginés
Roca Gallery Barcelona

¿Cómo habéis llegado a este punto con cuatro oficinas internacionales?

Exigencias de la vida. En 1997 tuve que ir a Argentina porque aquí no había trabajo y estuve allí hasta el 2001 realizando algunos proyectos interesantes con los que aprendí mucho sobre el mundo de la luz. La cultura en aquel país era más madura en este terreno, en aquel momento. Después, empezamos a trabajar desde Barcelona con éxito hasta que la gran crisis nos cogió en pleno crecimiento. Redujimos el equipo de artec3 al máximo y llegué al punto de decidir qué hacer con el estudio. Hasta que, por una de esas carambolas de la vida, empezamos a trabajar para México a partir de un proyecto en Veracruz muy importante.

¿Trabajáis con arquitectos o con clientes directos?

En los últimos años, las arquitecturas han perdido un poco de fuerza, de forma que el poder de decisión se ha desplazado hacia los project managers y los propios clientes. Trabajamos manteniendo clientes y arquitectos a la vista. Estos últimos, son esenciales para desarrollar la expresión y los objetivos deseados.

¿La luz puede influir en el estado de ánimo?

Yo creo que sí. Mi vocación como diseñador de luz empezó porque había sitios que no me resultaban confortables, no funcionaban. La luz natural nos influye mucho desde el punto de vista del ciclo circadiano, nos afecta al rendimiento.  Necesitamos espacios iluminados con calidad para convivir y disfrutar del tiempo de ocio. En los espacios públicos, la luz ofrece seguridad, identidad y relación con el lugar. Las sensaciones que genera la ciudad influyen en la memoria de nuestros visitantes y en nuestro comportamiento. No podemos ver la luz, pero sin ella no podemos ver.

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¿Establecéis formatos de control de calidad en vuestros trabajos?

Claro. Todo proyecto se tiene que resolver en unas ciertas horas. Debemos hacer algo diferente con un calendario limitado, trabajando en equipo y con un presupuesto. Si no hacemos controles de calidad internos, no sabemos cómo acabará todo. Hay que entender los requisitos previos para atenderlos bien y un control de calidad en cada fase del proyecto aporta tranquilidad. Los números deben cuadrar, trabajando siempre para la excelencia.

¿Estamos en un mundo sobreiluminado?

Muchos espacios urbanos todavía sufren de cierta orientación a la cantidad de iluminación, en vez de a la calidad. Es un tema cultural. Los lighting designers llevamos más de veinte años explicando esta diferencia esencial. Antes, no existía la figura del diseñador capaz de velar por la calidad de la iluminación. Esa labor la ocupaban algunas marcas. Ahora hay más cultura de luz, profesionales dedicados y las marcas también han evolucionado.  

¿Qué entendéis por calidad de luz?

Es un concepto complejo. Hay un punto de inflexión importante que implica no hablar de iluminancia, de luxes, sino de candela/m2 o nit. El concepto calidad pasa por entender cómo reacciona la luz con las superficies. Cómo sale del material y nos da información sobre él. Como hacían los pintores renacentistas, trabajando contrastes, claros y oscuros para dar sensación de tridimensionalidad. El concepto es generar un espacio bien iluminado que transmita sensaciones. Hay más conceptos , como el confort visual, el uso de la luz en el tiempo o su relación con la sombra.

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De Krook Library, Ghent, Belgium. RCR Arquitectes. Fotografía: tvdv

La seña de identidad de artec3 Studio es que no añadimos luz, sino que queremos explicar la materialidad. Nuestro mejor argumento consiste en explicar cómo funciona el espacio a través de la luz.

¿Cómo debe ser un espacio de trabajo bien iluminado?

Es aquél que permite hacer la tarea visual, desarrollar el programa y que tiene un balance de contrastes correcto, sin estridencias. En una oficina bien iluminada, el sistema de percepción funciona y es confortable con un balance adecuado de niveles lumínicos e, incluso, color. La luz ha de entender el espacio y comunicarlo. Entender la materialidad, el interiorismo, las proporciones, la colocación del mobiliario para generar las sensaciones adecuadas. Si es un área para compartir, para reuniones, decisiones, tipo coworking. Hay que transmitir los valores del espacio corporativo, los componentes, como la iluminación, pueden dar un valor añadido. La luminaria no solo ilumina, sino que es expresión. Al final, se trata de conseguir que el espacio sea especial, tenga una historia propia.

La luz es un elemento de comunicación, una herramienta que proporciona valores intangibles. Arquitectura y luz han de comunicar los valores del espacio o de la empresa.

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Soléis diseñar luminarias a vuestra medida…

Generalmente, nuestros proyectos son un traje a medida. La mayoría de elementos que utilizamos son de mercado y los podemos modificar para adecuarlos al proyecto. Cuando quieres hacer algo especial, puede que exista la tecnología, pero no el elemento necesario. Nuestro departamento bespoke de artec3 nace para resolver estas situaciones. Buscamos una fábrica que nos ayude a construir estos equipos y, a veces, puede ocurrir que la marca lo incorpore a su catálogo. La luminaria Palco de iGuzzini recibió el Delta de Oro hace dos años, y la versión para exterior de este año, ha sido reconocida con el Delta de Bronce.

¿De qué proyecto estás más orgulloso?

No sabría contestar a esta pregunta. Estamos realmente satisfechos de aquellos proyectos que han significado un reto para nosotros, que nos han permitido dar un paso adelante. Como la Librería de Gante, el showroom de Lagares o el Roca Gallery.

  • artec3 Studio
  • Pellaires 30-38, Palo Alto. Edif G02. 08019 Barcelona.
  • Plaza Pablo Ruiz Picasso 1. 28020 Madrid.
  • Amsterdam 163ª. 06100 México City, México.
  • 447 Broadway, 2nd Floor. New York, NY 10013. EEUU.
  • TEXTO MARCEL BENEDITO
  • FOTOGRAFÍA ARTEC3 STUDIO
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