‘Acustética’ es un neologismo que resume la triple visión de Slalom: acústica, ética y estética. El objetivo es integrar la acústica en la arquitectura, proporcionando asesoramiento para optimizar los proyectos.
Slalom no se limita a producir productos que absorben el sonido, sino que integra la acústica en el diseño arquitectónico, ofreciendo asesoramiento y apoyo. Para ello, reúne a un equipo de profesionales con una visión multidisciplinar y la metodología de un estudio de arquitectura.
Acustética
Para definir el enfoque de la compañía, un híbrido entre fabricante de productos fonoabsorbentes y consultor acústico, su directora, Elettra de Pellegrin propone el término ‘Acustética’. Un neologismo que fusiona los valores centrales de Slalom: acústica, ética y estética.
Slalom es sinónimo de excelencia, tanto por la calidad de su equipo, donde el 80% de los trabajadores son mujeres, como por su compromiso con la sostenibilidad. Los paneles fonoabsorbentes están diseñados para ser duraderos, fácilmente desmontables y, por lo tanto, reutilizables. Algunas de sus colecciones ofrecen una tasa de reciclaje del 96%, lo que garantiza la trazabilidad de los componentes.
Diseño acústico sostenible
En cuanto a la estética, la singular belleza de sus colecciones las convierte en aliadas e inspiración para los diseñadores de interiores.
La arquitecta Elettra de Pellegrin fundó Slalom hace doce años, cuando la investigación en el campo de la acústica apenas comenzaba. Hoy, la marca es líder en diseño acústico sostenible, con un balance de sostenibilidad alineado con los estándares de la Agenda 2030.
LA TRIPLE PISTA DE SLALOM
- Investigación constante sobre acústica en interiores, materiales y tecnologías de procesamiento.
- Compromiso con la sostenibilidad: el fieltro y la lana de los productos de Slalom se generan en un 50% a partir de fuentes reutilizables, reciclables y circulares.
- La estética es fundamental. Los productos deben ser atractivos tanto en su aspecto táctil como visual.