Leonardo da Vinci inventó una máquina para pulir espejos que le obligó a estudiar a fondo la creación de superficies regulares. ¿Qué hubiera hecho el genial florentino con un material cuya superficie, además de tenaz, se resiste a reflejar la luz, se puede reparar mediante calor y posee un tacto parecido al de la seda? Podemos imaginar su asombro, que aún sería mayor cuando supiera que la tecnología para su producción se resuelve con partículas del tamaño de una millonésima de milímetro.

A escala nanométrica, las propiedades idóneas para un material destinado a interiores pueden ser proyectadas y conseguir con ello una impresionante resistencia mecánica, conductividad, elasticidad, repelencia al agua, antirreflejo, antirrayado y antimoho. Así ha conseguido la empresa Arpa Industriale el innovador material Fenix, creado para aplicaciones de diseño de interior, con la aplicación de la nanotecnología sobre resinas acrílicas endurecidas y fijadas a través de un proceso avanzado.

FENIX NTM_02

El Fénix mitológico que Leonardo dibujó repetidas veces da nombre a este nuevo material creado por Arpa Industriales mediante nanotecnología, de propiedades asombrosas.

 

Fenix presenta una baja reflectancia de la luz, su superficie es extraordinariamente mate, rechaza las huellas, y es agradable y suave al tacto. Los arañazos superficiales se pueden eliminar mediante reparación térmica, es altamente resistente al rayado y a los golpes, a la abrasión, al roce y al calor seco. Presenta una alta actividad de abatimiento de la carga bacteriana que hace que su superficie resulte higiénica y fácil de limpiar. También es hidrófugo y antimoho.

boardroomtable_fenixntm

Las características superficiales de Fénix lo convierten en un material de altísimas prestaciones que puede representar una válida alternativa a otros materiales en el mundo de la oficina, con la ventaja adicional de ser fácil de trabajar.