Juan Manuel Ubiergo es Director en Centro Aragonés de Diseño Industrial del Gobierno de Aragón. Un profesional con una perspectiva sobre el diseño inédita ya que trabaja en la encrucijada entre la profesión y las administraciones. Confeso apasionado del diseño, este libro en el que se declara adepto recalcitrante ayuda a entender las claves de la evolución del diseño en nuestro país y el papel que organismos, escuelas y profesionales juega en el mismo. Una obra muy recomendable.
El Gobierno de Aragón edita Érase una vez… el diseño. Reflexiones de un adepto recalcitrante, una interesante pieza editorial, obra de Juan Manuel Ubiergo Castillo, director del Centro Aragonés de Diseño Industrial. Aragón ha consolidado en estos últimos 30 años una cultura del diseño como herramienta para la competitividad que ha posicionado muy bien a empresas de la comunidad autónoma de diferentes sectores en mercados muy diversos. Y eso ha sido posible, al menos en parte, por el buen funcionamiento del Centro Aragonés de Diseño Industrial (CADI).
Recorrido amplio
Es un libro en el que Juan Manuel Ubiergo como indica su título reflexiona sobre el diseño, lo que le ha supuesto, según expresa, poner las cosas en orden y estructurar sus puntos de vista. El mensaje sobre el diseño se puede plantear desde diferentes ángulos y ha querido hacer un recorrido amplio y aglutinador sobre la disciplina.
Recorrido amplio pues se hace un repaso al diseño en lo que han sido sus postulados tradicionales en el pasado y al diseño en el presente. Se adentra también sobre el papel que debe abordar el diseño en el entorno tecnológico actual, cuyo alcance y desarrollo real tan apenas acertamos a intuir, según el autor. Igualmente se aborda el diseño y su relación con la innovación, con la sostenibilidad, con el usuario, con la inclusión social. El diseño en la empresa, en el branding, en los servicios…
Estamos rodeados
Con este trabajo divulgativo se busca también dar visibilidad a la labor del diseñador, que se entienda mejor en qué consiste su trabajo. «Estamos rodeados de productos y servicios, en permanente interacción con ellos, y quienes se tienen que ocupar de que esa interacción sea la mejor son los diseñadores». Ubiergo se hace eco de una definición ‘casera’ del diseño: es una combinación de inteligencia y buen gusto.
«He procurado que el libro tenga un lenguaje accesible para todo el mundo, que sea útil para los profesionales de las empresas, pero también que sea cercano para que cualquier ciudadano entienda sin problemas lo que estoy diciendo«, asegura Ubiergo.