Terreform One y Genspace han desarrollado asientos bioplásticos a base de sustrato de micelio –una combinación de virutas de madera, yeso, avena y un hongo que digiere estos productos y los convierte en un material estructural resistente– y una piel externa de celulosa bacteriana. Estos dos elementos crean un material compuesto de plástico resistente adecuado para su uso, no sólo en muebles sino en arquitectura.
El nuevo plástico biológico desarrollado por estas dos empresas de investigación se llama Mycoform. Se obtiene a partir de materia biológica ordinaria y se agrega a formas compactas precisas de desechos inertes. Se utilizan para ello especies de hongos polypore (en este caso el hongo Ganoderma Lucidum) que poseen enzimas para digerir fácilmente una amplia variedad de subproductos agrícolas basados en celulosa.

Celulosa de bacterias
El relleno está hecho de sustrato de micelio, una combinación de virutas de madera desechadas, yeso y salvado de avena, que es consumida por el micelio y, una vez endurecida, se transforma en un material funcional resistente y duradero. La piel externa es celulosa de bacterias. El sustrato de micelio y la celulosa bacteriana se integran para convertirse en un biopolímero duro que es adecuado para aplicaciones arquitectónicas.
Este proceso está libre de contaminación y contiene poca energía incorporada como parte de un ecosistema local. La tecnología es fácilmente transferible a países en vías de desarrollo. Al final del ciclo de vida del producto, Mycoform se puede compostar y reintroducir de forma segura en el medio ambiente, donde se biodegrada de forma natural.

CAD paramétrico
A modo de prototipo, han desarrollado dos asientos que muestran las posibilidades de Mycoform: una chaise longue que está formada a partir de una serie de costillas blancas en forma paramétrica, con una tapa acolchada; y un asiento de bajo nivel para uso de niños compuesto de segmentos entrelazados que se pueden utilizar para girar la silla en diferentes formas. Se puede afirmar que esos muebles no se fabrican, sino que se producen tras un proceso de crecimiento. Estos prototipos para un sistema de superficie de micoformas se encuentran en la intersección del diseño CAD paramétrico y la biología sintética. Sus formas de múltiples curvas están diseñadas y cortadas digitalmente, pero los segmentos se cultivan a partir de cepas de hongos incorporadas a las geometrías de la pieza.
Mycoform se define como una estructura de hongos de micelio multicurvada. Ha sido desarrollado bajo el patrocinio de la compañía Ecovative por los laboratorios Terreform One y Genspace. Los investigadores principales de este bioplástico son Mitchell Joachim, Oliver Medvedik y Melanie Fessel.
- TEXTO VAN VILALLONGA
- FOTOGRAFÍA TERREFORM ONE
